Hace más de un año la Universidad Casa Grande, en cumplimiento de su responsabilidad social y vinculación con la comunidad, hizo una convocatoria abierta para quienes se interesaran en entender mejor lo que es la ciudadanía, sus derechos y deberes y, específicamente, el papel de un Observatorio de Políticas Públicas, cuyo objetivo es brindar a la ciudadanía información precisa, accesible y clara sobre las promesas de campaña y su ejecución real. Un grupo de 25 estudiantes acogió la idea y tras la etapa de preparación, anunciaron la creación del observatorio, con el apoyo del Grupo FARO, que con su método “Del dicho al hecho” ha acumulado experiencia en investigación, organización y educación para la ciudadanía.

La corrupción: un cáncer en expansión

Formaron un equipo base y con el acompañamiento de un equipo núcleo realizaron “un seguimiento imparcial, objetivo y proactivo” de las promesas de campaña de los elegidos por el voto popular para administrar y trabajar por el desarrollo de la ciudad.

Escogieron los siguientes ejes temáticos: Desarrollo económico, productivo y del comercio; Seguridad ciudadana; Vivienda y hábitat; Equidad, derechos humanos y sociales.

El seguimiento y la evaluación se realizaron a partir de tres indicadores: Indicadores de insumos: recursos que necesita el Municipio para cumplir lo ofrecido; Indicadores de proceso: actividades realizadas para lograr el resultado esperado en el primer año de gestión; Indicadores de resultados: lo obtenido en el primer año de gestión.

¿Cuántos árboles sembró?

Además se mencionan retos que habrá que afrontar para cumplir lo prometido y se hacen sugerencias y recomendaciones para el segundo año, entre otras, una planificación integral que abarque aspectos económicos, sociales y de infraestructura.

Si les he presentado algo de la historia del observatorio y del método empleado, es porque quiero transmitir la idea de que los ciudadanos tenemos el derecho y la obligación de buscar información acerca del cumplimiento de lo prometido durante las campañas electorales, consultando datos basados en fuentes originales y que hayan recibido de los funcionarios correspondientes la posibilidad de acceder a todos los documentos requeridos.

El Informe de seguimiento a la Alcaldía de Guayaquil bien podría ser el inicio de un compromiso: realizarlo todos los años en los Gobiernos autónomos descentralizados. No solo en la universidad mencionada, sino en varias de las más de sesenta universidades que hay en el Ecuador.

Con-vivir

Un Observatorio de Políticas Públicas robustece la democracia porque las instituciones del Estado tienen el deber de ofrecer a la ciudadanía información transparente y, con ese conocimiento, los ciudadanos pueden y deben presentar sus sugerencias y necesidades a los que aspiran a gobernar (a ellos les serviría para programar la etapa siguiente). Es posible que al saber que serán observados y evaluados se tomen el trabajo de escuchar, procesar lo que oyen y obrar en consecuencia. Expresar lo que se espera de quien se presenta como salvador del Ecuador es un derecho fundamental y ejercerlo es indispensable para el cambio social, es un compromiso con el país y con nosotros mismos, un uso positivo de la libertad y un ejercicio democrático. (O)