Una investigación por corrupción sacó a la luz la historia de violencia de género que involucra al expresidente de Argentina Alberto Fernández. Los hechos ocurrieron cuando aún estaba en el poder.
Luego de que se difundieran fotografías y videos, su expareja lo ha denunciado. ¿Por qué no lo hizo antes? En una entrevista exclusiva al medio digital argentino Infobae, la ex primera dama Fabiola Yánez dijo que Fernández le fue infiel en numerosas ocasiones, que ella jamás hubiera querido que saliera una foto suya así (con moretones de golpes). “Creo que no hay una mujer en el mundo que quiera verse así. Hay otras causas sobre violencia que siempre van por lo privado”, afirmó.
La vida privada de los presidentes o expresidentes deja de ser privada cuando se rompen derechos, cuando terceros –por más familiares que sean– son violentados. Las leyes están escritas para todos los ciudadanos de un país, para protegerlos, y ningún funcionario puede evadirlas.
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El exgobernante, que ha negado lo denunciado, tiene prohibido salir de su país. Tras las investigaciones la justicia determinará su culpabilidad o inocencia.
La expareja de quien fue el mandatario de Argentina entre 2019-2023 habló de proteger a su hijo, de ‘lo privado’, de amenazas. Los argumentos y las causas que menciona son los que utilizan con frecuencia las víctimas de la violencia de género para no denunciar. En este caso las fotos se filtraron dentro de una indagación de tráfico de influencias y Yánez se animó a ir a la justicia “por todas las mujeres que son víctimas de este tipo de violencia ya sea psicológica y/o física”.
La Justicia argentina prohíbe al expresidente Alberto Fernández salir del país
En cualquier estrato la violencia debe denunciarse, es la única forma de frenarla, de proteger a los hijos y a sí misma.
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Cuando la violencia de género ocurre en círculos de poder, esta rompe la privacidad de protagonistas políticos, ha pasado en distintos países donde el escándalo de infidelidades y violencia ha llegado a cortes. Los funcionarios son los primeros llamados a respetar las leyes porque la sociedad rompe el silencio. (O)
