Un acto administrativo del Viceministerio de Movilidad Humana acaba de revocar este 24 de junio la visa indefinida de amparo que permitía a la periodista, actriz y directora de cine cubana Alondra Santiago residir y laborar en el Ecuador. El argumento específico señala que “ha cometido actos que atentan contra la seguridad pública y la estructura del Estado”.
No son palabras menores, sin embargo, los detalles se frenan en la clasificación de documentos secretos. En un tema tan serio no se puede dejar espacio a la especulación y lo propio sería que el Ejecutivo dilucide las acusaciones.
La decisión del Gobierno hace que local e internacionalmente se vuelva la mirada a la libertad de expresión en el país. Un motivo más para que el régimen transparente su accionar.
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¿Qué es la visa 9 VI indefinida de amparo que Cancillería de Ecuador revocó a Alondra Santiago?
Alondra Santiago: Estoy conversando con mis abogados y organismos internacionales para responder
Alondra Santiago se ha reconocido una mujer de izquierda, su oposición a los gobiernos de Guillermo Lasso y de Daniel Noboa ha sido potente, sin filtros. Ha expresado igual su postura crítica contra medios tradicionales, incluido este Diario. Ha recibido amenazas y protagonizado rudos enfrentamientos en redes sociales con diversos actores políticos, sociales y ciudadanos, son parte de su vida, pero nada de eso justifica la revocatoria de visa. Ella usó el himno nacional cambiando parte de su letra para censurar al régimen, lo que es cuestionable y expertos han hablado de ofensa al Ecuador, pero de eso no hay referencias en la resolución. Urge que se transparenten los motivos de la decisión gubernamental para no abonar a la especulación y dudas.
Los gremios periodísticos están preocupados, sugieren abuso estatal y atentado contra la libertad de expresión.
Este Diario ha hecho suya la frase de Luis A. de Bonald: “Un Estado puede ser agitado y conmovido por lo que la prensa diga, pero ese mismo Estado puede morir por lo que la prensa calle. Para el primer mal hay un remedio en las leyes; para el segundo, ninguno. Escoged, pues, entre la libertad y la muerte”.
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El Gobierno tiene la obligación de explicar lo ocurrido para garantizar las libertades y a su vez todo ciudadano debe respetar las leyes del país que lo acoge. (O)