La buena noticia fue anunciada este 17 de diciembre y no solo favorece a la Amazonía ecuatoriana, sino a todo el planeta. El Gobierno de Daniel Noboa logró el canje de 1.527 millones de dólares de la deuda externa del país por naturaleza, un mecanismo para reducir su pasivo y liberar más de 460 millones de dólares que serán destinados a proteger la selva amazónica.
La Amazonía sufre por la extrema sequía del 2024 y, aunque los efectos mayores están en Brasil, es oportuno que en países como Ecuador se tomen medidas para evitar que los efectos alcancen a esta zona.
Como pulmón del planeta, la región Amazónica requiere de acciones para preservar la biodiversidad que habita en ella, así como a las comunidades nativas.
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En ese contexto, la conversión de la deuda con el objetivo indicado no puede más que alegrar a los ecuatorianos.
Un reporte de la agencia de noticias AFP explica que los canjes de deuda por naturaleza están diseñados para ayudar a los países a refinanciar sus obligaciones en mejores condiciones y destinar los ahorros a objetivos medioambientales o sociales.
“Es la segunda vez que Ecuador hace una millonaria conversión de deuda por naturaleza. La primera fue en mayo de 2023, cuando el país realizó la misma operación sobre casi 1.630 millones de dólares para la conservación de las islas Galápagos”, anota el despacho de prensa.
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Los Gobiernos deben preocuparse cada vez más por la naturaleza. Ecuador atraviesa una sequía que, además de los cortes de luz de hasta 14 horas que prometen llegar a su fin este 20 de diciembre, ha causado daños al agro y a la provisión de agua potable en algunas ciudades.
Ambientalistas reclaman por la deforestación y minería ilegal que contamina los ríos de la Amazonía ecuatoriana y atenta contra la biodiversidad. El tráfico de especies es otro de los males que afectan a la zona.
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Valga el actual canje para insistir en la responsabilidad de autoridades nacionales y locales de la Amazonía para preservar la mayor riqueza: la naturaleza. (O)