Hace seis meses se suspendieron las visitas a los centros carcelarios del Ecuador. Enero fue un mes dramático en materia de seguridad: se fugó Adolfo Macías, alias Fito, un grupo armado se tomó las instalaciones de TC Televisión y sus trabajadores quedaron como rehenes, mientras en las prisiones bandas delictivas tenían el control de pabellones. En respuesta el Gobierno decretó el estado de excepción y declaró el conflicto armado interno.

Los militares entraron a los recintos carcelarios para tomar el control y una medida adicional fue impedir las visitas a los privados de libertad, pero este 15 de julio se empezaron a reanudar.

Con fechas asignadas y horarios controlados se reactivan visitas en la Penitenciaría y en la Regional

No solo se refuerza el control de los accesos sino que se hacen revisiones exhaustivas.

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La responsabilidad del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) y los miembros de las Fuerzas Armadas es enorme. En la faceta que arrancó por grupos y con listados el reto es evitar el ingreso de objetos prohibidos, que incluso cuando no entraban familiares fueron detectados y hay procesos investigativos en curso.

Presunta fuga masiva en la Cárcel 4, en el norte de Quito, se trató de un simulacro

Los responsables de las cárceles deben evitar que el caos y el desorden regresen. Han quedado atrás los amotinamientos y las matanzas que por ningún motivo deben admitirse otra vez.

Los familiares de los privados de libertad son los primeros llamados a denunciar si observan irregularidades para que la vida carcelaria no tenga alteraciones.

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Es totalmente humano que los parientes de los reos estén deseosos de verlos, mas, el orden es importante y tienen que acatar las normas de ingreso y la metodología que se implementa para bienestar incluso de ellos mismos y para que la paz ciudadana no sea amenazada.

La rehabilitación que muchos aún ven con desconfianza sigue siendo una meta y el Gobierno hace planes que a todos conviene que funcionen. Hoy el control de cárceles y los programas de rehabilitación tienen prioridad en pro de la sociedad. (O)