Nueva polémica se instaura en el fútbol ecuatoriano luego de una denuncia presentada por la Asociación Ecuatoriana de Árbitros de Fútbol del Ecuador (Aedaf), por un intento de soborno sobre sus miembros que estuvieron a cargo del juego entre Deportivo Quevedo y Leones del Norte (Imbabura) por los cuartos de final del campeonato nacional de segunda división.

El juego se disputó el domingo 5 de noviembre en el estadio 7 de Octubre, en Quevedo, y a su llegada el equipo arbitral fue sorprendido por dos personas que dejaron un particular encargo de parte de la ciudadanía, paquete que no tenía opción a ser devuelto, según relató Luis Muentes, presidente de la agremiación.

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Estos casos no son nuevos según indicó el directivo arbitral, que hizo énfasis en que “se han suscitado muchas veces en este tipo de campeonatos”, comentó en diálogo con radio La Redonda.

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Muentes relató la secuencia de hechos, y aunque comentó que “los árbitros toman precauciones” para evitar este tipo de hechos, fueron sorprendidos a su arribo al escenario.

“Los compañeros van con menos tiempo al estadio, con resguardo policial, gente que controla el acceso al estadio y al camerino de árbitros, pero se vulneró la seguridad y entraron dos personas a dejar el dinero, a decir que es parte de la ciudadanía, que no hay devolución y que ya saben quién tiene que ganar”, señaló.

El equipo arbitral pidió presencia policial “y con presencia del asesor de árbitros se presentó la denuncia, como corresponde. Verificaron las cosas, contaron el dinero, fueron 9.500 dólares los que quedaron como evidencia”, indicó Muentes.

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El presidente del gremio arbitral señaló que “la denuncia está puesta” y que “esperamos acciones de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, pero como árbitros cumplimos con lo que se debía hacer”.

Ataque al bus visitante

Pero lo extradeportivo no fue solo en el interior del escenario fluminense, también la delegación visitante fue presa de actos vandálicos y su bus “fue atacado” camino al 7 de Octubre.

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En redes sociales se informó que “sujetos en moto procedieron a pinchar las llantas del bus para evitar que el club imbabureño llegue al estadio”.

“Estos actos de violencia no tienen cabida en el deporte. Estamos aquí para jugar fútbol”, posteó en respuesta el cuadro imbabureño, que se llevó un empate 1-1.

El juego de revancha, que definirá al equipo que acceda a las semifinales, se disputará este sábado 11 de noviembre en el estadio Olímpico de Ibarra. (D)