En 1987 sin bases fue inventada, antes de la Copa América en Argentina, una rivalidad deportiva que duró únicamente ese año. Se originó por la discusión de quién era el mejor arquero del fútbol nacional de ese entonces. Por un lado se ponderaba a Carlos Luis Morales, que pese a tener apenas 22 años disputaba su quinta temporada como profesional, había ganado un título con Barcelona SC (en 1985), tenía ya dos presencias en semifinales de la Copa Libertadores, y era candidato para ser titular de la Selección durante el certamen continental.

Héctor Lautaro Chiriboga puede recibir hasta un año de sanción por agredir al árbitro Álex Cajas

Como contendor se trató de encumbrar, en el mismo nivel técnico que Morales, a Héctor Lautaro Chiriboga, de 21 años. Aunque el capitalino ostentaba una breve estancia de una campaña en la máxima categoría con Liga de Quito, era pedido como guardameta de la Tricolor. Si bien Chiriboga fue alineado por el técnico Luis Grimaldi más veces que el guayaquileño en los amistosos jugados antes de la Copa América de 1987, en el torneo de Argentina cada portero fue abridor en un compromiso (solo hubo dos duelos).

La respuesta de cuál de los dos fue superior al otro quedó aclarada, para la posteridad, apenas terminó la competencia de Conmebol de 1987. En Argentina culminó la carrera de Chiriboga en la Selección porque no volvió a jugar compromisos en campeonatos oficiales. Morales, sí. Lo hizo por eliminatorias mundialistas y también en la Copa América de 1989.

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Héctor Lautaro Chiriboga y Carlos Luis Morales se disputaban la titularidad de la selección de Ecuador en 1987. Foto: Archivo

La trayectoria de Pestañita alcanzó picos de rendimiento altísimos que lo convirtieron en uno de los mejores arqueros ecuatorianos de todas las épocas. Además, se adueñó de otras tres estrellas nacionales con Barcelona SC (1987, 1989, 1991), y con atajadas memorables hizo historia grande al ayudar a instalar a los canarios en la final de la Libertadores de 1990.

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Posted by Marcador on Sunday, August 21, 2022

El llamado Super Chiri tuvo, en cambio, un historial discreto en cuanto a desempeño y logros. Ganó una corona con El Nacional en 1992, cuando compartía el puesto con Francisco Reinoso. Pero en la Copa Libertadores vivió una pesadilla el 4 de abril de 1995, cuando arrancó como titular de los militares contra el Sao Paulo, en el penúltimo partido del grupo 4. En el Morumbí los paulistas aplastaron 7-0 a los quiteños (dobletes de Edmundo, Rivaldo, y Válber, y un tanto de Paulo Isidoro). Chiriboga no completó los 90 minutos porque fue expulsado.

Ataque por la espalda

Sin embargo, no fue con hazañas, ni con notables intervenciones realizadas desde el arco que Héctor Lautaro Chiriboga se aseguró que su nombre sonara en el medio nacional. Un vergonzoso incidente, ocurrido una noche del 31 de octubre de 1987, hizo de Chiriboga un personaje deportivo tristemente célebre. En el estadio Olímpico Atahualpa atacó por la espalda a Carlos Luis Morales, durante un incidente que detuvo momentáneamente el desarrollo de un Liga (Q)-Barcelona SC.

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No hubo un cruce de golpes, ni fue una arremetida frontal, ni una riña protagonizada exclusivamente entre ambos, como con el paso del tiempo se ha tratado de ‘acomodar’ la versión de los hechos para librar de culpa a Chiriboga. Este salió desde el banco de suplentes de los azucenas y a toda velocidad corrió hasta la mitad del campo. Aprovechó un tumulto en el que miembros de la Policía Nacional intentaban separar a los futbolistas de Liga y Barcelona SC, y de pronto descargó un fuerte golpe de puño en la nuca de Morales, que cayó al piso. Los agentes del orden alejaron del lugar al agresor. A Morales le mostraron la tarjeta roja y su lugar fue cubierto por Hólger Quiñónez porque las sustituciones ya estaban agotadas.

A la carga, otra vez

Y luego de algunas décadas en el anonimato, la noche del sábado literalmente el exguardameta volvió a la carga. Atacó de forma similar que hace 35 años, a mansalva. Al árbitro Álex Cajas le pegaron dos integrantes del cuerpo técnico de Macará, pero los impactos más violentos los recibió de parte del preparador de porteros del cuadro ambateño, Héctor Chiriboga. Hubo reclamos coléricos de los celestes luego de que el juez hiciera una revisión del VAR y confirmara así un penal a favor de Aucas.

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Cajas le sacó cartulina roja a uno de los miembros de Macará que protestaba. Mientras, Chiriboga increpaba al juez por la espalda. Cajas se volteó y castigó con expulsión los reclamos del iracundo exjugador de 56 años, pero en una rápida sucesión de hechos el ahora empleado de Macará derribó al central. Cuando este se levantó Chiriboga lo siguió para tirarlo otra vez al terreno con un escalofriante derechazo.

La Asociación Ecuatoriana de Árbitros de Fútbol (Aedaf) resolvió, en solidaridad con Cajas que los réferis no se presenten a dirigir este domingo los cuatro partidos que quedan por cumplir en la séptima jornada de la segunda etapa de la LigaPro. El gremio calificó de “cobarde y salvaje” el atentado contra Cajas.

Macará emitió un comunicado en el que, entre otras cosas, menciona: “El directorio del club, ante el hecho ocurrido actuará de forma inmediata, de acuerdo a nuestros principios y valores como organización deportiva y se aplicarán las sanciones establecidas en nuestros reglamentos internos, como nuestra práctica de respaldo al referato ecuatoriano”. Chiriboga podría ser sancionado hasta con un año de suspensión. (D)