Durante la pausa del béisbol de Grandes Ligas se jugó, como todos los años, la Serie del Caribe entre clubes campeones de cada liga profesional de esa región. Además, en estos momentos está en pleno desarrollo el Clásico Mundial que reúne, cada cuatro años, a las mejores estrellas de las Mayores representando a sus respectivos países.

En cuanto al torneo caribeño tuvo como sede Caracas, se jugó entre el 2 y 10 de febrero y ha sido considerada una de las mejores ediciones de los últimos tiempos por su excelente organización, el aumento de los equipos participantes (ocho), porque la mayoría de los partidos fueron muy parejos, dramáticos con buenos niveles técnicos. Además, la final fue muy bien jugada: los Tigres de Licey, de República Dominicana, doblegaron 3-0 a los anfitriones Leones de Caracas. Fue una gran fiesta pelotera en la que ganadores y vencidos salieron muy satisfechos de haber vivido una gran fiesta. Hubo color y música y el duelo fue el broche de oro para un campeonato espectacular, en una de las mejores fiestas peloteras del Caribe de años recientes.

Mientras, el Clásico Mundial ha reunido otra vez a los mejores peloteros profesionales de las Grandes Ligas y como el certamen ha crecido en cada edición, para la del 2023 se aumentó a 20 selecciones distribuidas en cuatro grupos de cinco equipos cada uno.

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Muchos jugadores que en épocas pasadas no tenían mucho interés en competir en el Clásico, ahora muestran mucho interés en representar a sus naciones, pero se topan con que sus clubes, que invierten muchos millones en ellos, tienen temores ante posibles lesiones y deben seguir pagando mientras los peloteros se reponen. Los dueños de equipos tienen recelo de que sus aspiraciones de llegar a la Serie Mundial se frustren por eventuales bajas en el Clásico. Por eso, algunos negaron permisos, o ponen topes a la cantidad de lanzamientos de los serpentineros.

Al poderoso bateador venezolano Miguel Cabrera, muy proclive a las lesiones, los Tigres de Detroit le autorizan para que juegue solo dos partidos en la fase clasificatoria. Hay casos como el del lanzador Clayton Kershaw, quien manifestó su deseo de jugar por Estados Unidos, pero no encontró una aseguradora que aceptara cubrirlo ante alguna posible lesión. Los Dodgers de Los Ángeles no quisieron arriesgar la campaña de uno de sus mejores pitchers, ni complicar con su probable baja el camino a la Serie Mundial.

El grupo A del Clásico Mundial lo conformaron Cuba, Países Bajos, Italia, Panamá y China y al final de la ronda concluyeron igualados todos con dos triunfos y dos reveses. La novena cubana, al borde de la eliminación por su par de caídas iniciales y ubicado al fondo de la tabla de posiciones, se recuperó en sus dos últimas actuaciones. La primera fue un apabullante triunfo sobre Panamá 13-4 con un despertar de su ofensiva de 21 hits. Luego dominaron a China Taipéi 7-1 con doce imparables, entre ellos dos jonrones.

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Con este resultado y otros se produjo una situación inédita porque las cinco selecciones terminaron empatadas con dos victorias y dos derrotas, por lo que fue necesario utilizar una norma de desempate conocida con anticipación, en la que se privilegia el rendimiento deportivo y se fundamenta en las estadísticas de cada juego. Con este método, la delegación de Cuba pasó de la última posición al primer lugar de la tabla. Así clasificó a cuartos de final; segundo se ubicó la sorprendente Italia, que dirige Mike Piazza, miembro del Salón de la Fama de Grandes Ligas.

Los otros grupos están conformados por novenas como Estados Unidos, ganador de la última edición (vencido por México 11-5 en el segundo partido de ambos); Japón, siempre protagonistas; Venezuela, ahora poderosa (derrotó a los dominicanos y puertorriqueños en sus dos presentaciones iniciales); República Dominicana, con sus estrellas (este lunes superó 6-1 a Nicaragua); y los animadores de Puerto Rico, México, Canadá, Corea, Colombia. Con toda seguridad, de estos equipos saldrán los finalistas que disputarán el cetro el 21 de marzo próximo, en Miami. (O)