La catastrófica época del gobierno Nacional Socialista (Nazi) de la Alemania de Adolf Hitler dejó un lamentable legado como el holocausto judío, la eliminación de minorías y la peor guerra del siglo XX.

En ese proceso también aparecieron inventos y reglas que tras la guerra pasaron a usarse en diversas áreas y algunos han llegado hasta la actualidad.

Una de ellas es la prohibición de la vivisección de animales, puesta en marcha en 1933, una paradoja para un régimen que realizó experimentos con seres humanos. Algo que también es parte de esta temática es la conservación de los animales, especialmente las especies nativas, reglamentando la caza.

Publicidad

La prohibición de tabaco en lugares públicos también nace en este régimen. Aunque nació porque Hitler había dejado de fumar, según una nota del diario español ABC, y no quería olor a tabaco cerca de él, las autoridades nazi prohibieron fumar en espacios públicos como restaurantes y vehículos de transporte público. 

El régimen también creó varios programas sociales para que supuestamente todos los alemanes compartieran un mismo nivel de vida, dando ayuda a personas de menos recursos, pero con la ironía de que para ellos no podían ser alemanes los de minorías étnicas y grupos religiosos y sociales diferentes a los de ellos.

Uno de los inventos que nació en esta época, la sobrevivió y se convirtió en un símbolo automovilístico mundial fue el Volkswagen (auto del pueblo en alemán), que luego lo conocimos como el Escarabajo (Beetle). Un auto producido en masa con precio accesible para que lo puedan tener los trabajadores. Recién este 2019 se terminó de producir su última versión, que ya era más de lujo. El diseñador del auto inicial fue Ferdinand Porsche, quien en la posguerra fundaría la reconocida marca que lleva su apellido.

Publicidad

También se construyó una gran red de carreteras, algunas de las cuales continúan usándose hasta hoy en Alemania.

El inicio de los cohetes lunares

Pese a que su fin inicial era buscar hacer cohetes destructivos para acabar con sus enemigos, el programa de desarrollo de cohetes alemanes fue muy avanzado para su época.

Publicidad

El principal científico del proyecto era Wernher Von Braun, quien después de la guerra ayudó a la Nasa en los cohetes que usaba para sus misiones. Su mayor logró fue el cohete Saturno V, que ayudó a llegar a la luna en julio de 1969.

También es conocido como el partido Nazi usaba el cine para propagar sus lamentables ideas y mentiras, pero en medio de ese escenario los cineastas desarrollaron técnicas que se siguen usando.

¿Qué tan ético es usar este legado?

Las innovaciones y descubrimientos nazi tienen una gran carga del pasado que aún el mundo se pregunta que tan ético es recordar sus aportes en la física, biología, zoología, medicina, psicología, antropología, genética, nutrición, ingeniería, debido a que todos están plagados de descubrimientos hechos en circunstancias que pueden describirse como poco éticas y hasta ilegales, algunos de ellos usando como experimento a personas de los terroríficos campos de concentración, según narra BBC Mundo.

Entre los inventos en esas áreas están: varios agentes neurotóxicos como tabún y sarín, que permitirían desarrollar insecticidas y armas de destrucción masiva, la cloroquina antipalúdica que se usa para enfermedades como la malaria o autoinmunitarias, la metadona, la mentanfetamina, tipos de caucho sintético, tableros aglomerados y hasta la Fanta. 

Publicidad

Entre los más polémicos están las investigaciones sobre hipotermia, hipoxia, deshidratación, que fueron realizadas con humanos detenidos en campos. 

Sin embargo, grupos estadounidenses de científicos habían realizado pruebas de enfermedades en humanos, incluso llegando contagiar a personas con enfermedades de transmisión sexual para analizarlas (experimento que se realizó en Guatemala para evitar las críticas dentro de su país). En los 50 un doctor uso los primeros electrodos implantados al cerebro para tratar de cambiar la orientación sexual de personas homosexuales. Ese fue el inicio de los tratamientos que ahora se usan para algunos enfermedades como la epilepsia o el mal de Parkinson, además del cordón neuronal que investiga una de las figuras actuales de la tecnología: Elon Musk.

No hay dudas de que esos experimentos jamás debieron haber pasado. La pregunta ética es qué se hizo con sus resultados. Para muchos expertos usar esa información es ser parte de las torturas que se cometieron. Otros dicen que no usarla sería igualmente malo porque ya no habrá tal información. (I)