Por años, la imagen de Pamela Anderson se ha visto reducida a su aspecto físico, el mismo que la ha llevado a convertirla en un símbolo sexual a escala internacional. “Siempre digo que fueron mis tetas las que tuvieron una carrera, yo simplemente iba en el pack”, dice ella mismo. Pero más allá de la protuberancia de su belleza hay una historia detrás, un retrato íntimo y humanizador que la propia actriz quiso contar a través de su documetal Pamela Anderson: Una historia de amor, ya disponible en Netflix.