Esa frase tiene un circunloquio o rodeo de palabras, además de ser redundante, pues las expresiones ‘medio’, ‘presente’ y ‘carta’ apuntan a lo mismo: el canal comunicativo que se está usando para enviar el mensaje.

La redacción actual exige precisión, brevedad y claridad. Esto se consigue usando frases cortas, sin adornos o elementos insustanciales. Y, por supuesto, presentando de manera inmediata el objetivo del documento (asunto que se va a desarrollar).

Por ejemplo, si usted va a comunicar sobre un cambio de horario en su empresa, puede empezar el texto con una construcción como esta:

Estimados colaboradores:

El 20 de mayo regirá el nuevo horario de atención al público.

Recuerde, lo que tenga que decir en su documento administrativo, preséntelo sin rodeos ni adornos. Evite frases cuyas ideas están sobrentendidas, repetidas o tienen el mismo propósito, como las expresiones siguientes: «Por medio del presente correo electrónico comunico que…», «Mediante este correo le informo que…», «Aquí le envío adjunto el anexo solicitado…».

Además, antes de redactar, hay que precisar la intención comunicativa: ¿informará de manera objetiva?, ¿persuadirá?, ¿transmitirá sentimientos? En función de esto, debe establecer con claridad lo que va a decir.

Por último, jamás envíe el documento sin que este pase por una o dos relecturas (proceso de corrección). En este paso hay que descartar ideas y palabras repetidas, también los datos que no se relacionan con el objetivo. Cuanto más elimine, más claro y efectivo será su mensaje. (Actualizado de La esquina del idioma, 25/11/2018). (F)

FUENTES:

Curso de redacción, teórica y práctica (2013), de Gonzalo Martín Vivaldi. Redacción empresarial (2012), de Miguel Mateo Rojas. Cómo escribir bien (2000), de Hernán Rodríguez Castelo. Diccionario de la lengua española (versión electrónica), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.