Flagelo significa ‘calamidad’, ‘látigo’, ‘azote’, ‘oleaje’ o ‘golpe repetido de agua’. Ejemplos: «Tomó el flagelo y se autocastigó». «La delincuencia es un flagelo social». En el campo de la biología, es un orgánulo o apéndice movible que tiene forma de hilo y que está presente en ciertas células. Ejemplo: «El flagelo de los espermatozoides».

Incendio equivale a ‘fuego grande’, ‘catástrofe’, ‘pasión’, ‘arrebato’. Ejemplos: «Un incendio forestal». «En su pecho se aviva un incendio cuando escucha su voz de almíbar».

Incendio y flagelo podrían relacionarse con ‘calamidad’ y ‘catástrofe’, es verdad; pero no es recomendable que flagelo se emplee con el sentido específico de ‘fuego’, como en esta frase: «Los moradores del sector intentaron apagar el flagelo, pero todo fue inútil…».

Esta incorrección suele generarse por mero desconocimiento o cuando el redactor evita repetir las palabras fuego e incendio; entonces, confiado, recurre al comodín llamado flagelo para seguir con el hilo de su narración sin detenerse a reflexionar en que muchos lectores, sobre todo las generaciones jóvenes, acogen los textos informativos como manuales de escritura, y podrían captar que esta falsa sinonimia es un empleo correcto… En muchos casos resulta mejor repetir uno que otro vocablo para no caer en este vicio del lenguaje o impropiedad semántica. (Actualizado de La esquina del idioma, 18/8/2019). (F)

FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión electrónica), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.