El jueves anterior las redes sociales se alborotaron afirmando que ¡la Real Academia Española le devolvió la tilde al adverbio «solo»! El hecho fidedigno es que la RAE no cambió su postura con respecto a esa tilde, sino que modificó la redacción de la norma para difundirla de una manera más clara en el Diccionario panhispánico de dudas. Por lo tanto el contenido de la norma anterior se mantiene, lo que cambia es la forma en que se presentará.

La Academia reitera que la tilde en el adverbio «solo» y en los demostrativos «este», «ese» y «aquel», con sus femeninos y plurales, es factible cuando la persona que escribe capta en el texto un riesgo de ambigüedad o anfibología. Con esta base, muy bien se puede puntualizar que si el contexto descarta la doble interpretación de una frase, esa tilde resulta ociosa o insustancial e, incluso, constituye una falta ortográfica.

En el Libro de estilo de la lengua española se explica que la tilde en el adverbio «solo» y en los pronombres demostrativos mencionados no está justificada porque estos vocablos no entran en el grupo de la tilde diacrítica. Además, según las normas de acentuación, las palabras «solo», «este», «ese» y «aquel» no deben tildarse, pues las tres primeras son graves o llanas terminadas en vocal y la última es aguda finalizada en consonante distinta de ene y ese. Por supuesto, se insiste en que esa tilde se puede usar en los casos de contextos oscuros o imprecisos.

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Estimados lectores, cuando un texto se construye de manera apropiada, queda descartado el sentido equívoco o doble interpretación, y la tilde en cuestión resulta ociosa e inexacta. (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española (versión electrónica), Diccionario panhispánico de dudas (2005), Ortografía de la lengua española (2010), El buen uso del español (2013), Diccionario de la lengua española (2014) y su versión electrónica; Libro de estilo de la lengua española (2018), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; La esquina del idioma II (2018), de Piedad Villavicencio Bellolio.