A pesar de que Gael León viene de una extensa familia de médicos, desde que era un niño supo que su camino no iba por esa dirección. “Toda mi vida he querido cocinar. Me encanta ver cómo la comida une a las personas”, recuerda mientras cuenta anécdotas de cómo su abuela y su padre inspiraron en él un interés y amor por la gastronomía.

El joven de 19 años, oriundo de Quito, hoy vive en Zúrich (Suiza), donde estudia para convertirse en chef y ha forjado su camino llevando sabores ecuatorianos a paladares internacionales. Gael actualmente trabaja en La Rôtisserie, un restaurante con estrella Michelin que pertenece al hotel Storchen, establecimiento de cinco estrellas ubicado en el centro de la ciudad.

En la escuela de cocina donde estudia Gael León les permiten hacer seis meses de estudio y seis meses de prácticas. Foto: Cortesía.

Gael tuvo la oportunidad de poner un platillo ecuatoriano en un menú especial de este restaurante, y eligió el cebiche de Jipijapa. “Mis mejores recuerdos siempre han sido en la Costa, en la playa; por eso elegí el cebiche”, dice. “Por parte de los comensales y mis compañeros, recibí buenos comentarios. Era algo diferente que no habían probado antes”, comenta.

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El cebiche de Jipijapa fue adaptado para el menú del restaurante. Foto: Cortesía

Sin embargo, la introducción de este plato no fue tan fácil como pensaba. “Los ecuatorianos tenemos un paladar muy diferente al resto del mundo; tenemos mucha más aceptación a los cítricos”, indica. “Al principio, cuando empecé a hacer el cebiche y les di a probar a mis compañeros, no podían ni comerlo; era como si les hubiera quemado la garganta”, dice entre risas.

Por ello, aunque quería mantenerse fiel a sus raíces, tuvo que adaptar el platillo. “Le bajé un poco el limón y le agregué más maní. Además, agregué un poco de azúcar para bajar la acidez”, aclara.

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Sobre sus días en la cocina, Gael narra lo exigente pero apasionante que es trabajar en un restaurante con estrella Michelin. “Se trata de que cuando tú te sientes a comer la experiencia sea perfecta”, dice.

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Gael León también tuvo la oportunidad de cocinar en Nuema, reconocido restaurante en Quito. Foto: Cortesía.

También admite que es un escenario de mucha presión, donde la pasión y el sentido de la responsabilidad son esenciales. “He visto a compañeros que por accidente se cortan la mano y, en vez de asustarse, se ponen una venda y siguen cocinando”, narra.

Además, comenta que en su industria no existen los horarios. “Escrito en papel, tendría que estar desde las 8:00 hasta las 14:00 para el servicio del almuerzo y luego de 17:00 a 22:00 para el servicio de la cena, pero usualmente no hay ese descanso”, indica. Sin embargo, asegura que el aprendizaje que ha obtenido hace que el proceso valga la pena. “He podido trabajar incluso con uno de los chefs ejecutivos de un restaurante de Gordon Ramsay”, dice.

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Aunque a Gael aún le queda un año para terminar su formación de chef, ya piensa en sus próximos desafíos. “Mi logro soñado sería trabajar en un restaurante con tres estrellas Michelin. Quiero meterme en el lugar más extremo y complicado y demostrarle al mundo lo que tiene Ecuador”, asegura. (I)