La experiencia que ha vivido cada vez que ha entrado a un quirófano siempre se la ha reservado. Algunas veces fueron satisfactorias, otras derivaron en una nueva búsqueda de ayuda médica. La artista ecuatoriana Jasú Montero, quien actualmente es una de las presentadoras del matinal De Casa en casa, de TC Televisión, volvió en febrero a someterse a una cirugía. En esta ocasión para reconstruir la parte estética que se vio afectada desde que en el 2000 decidiera reducir su talla natural de busto.

“Me vi en la necesidad de hablar porque a veces la gente piensa que es vanidad y lo mío se convirtió en una necesidad de salud. Siempre he sido de senos grandes naturalmente, pero yo mucho me acomplejaba por eso, me daba vergüenza, porque mi contextura no era para senos grandes, en sexto año no me preocupaba tanto, pero cuando ingresé al grupo (Kandela & Son) en el que estaba era más notorio, siempre estaba jorobada, mis compañeras no usaban brasier y en cambio yo tenía que usar de ley y con cierta ropa no quedaba bien”, detalla.

En el 2000, señala la cantante, se sometió a su primera cirugía. “Yo iba con la idea donde el doctor que las quería tener pequeñas (el busto). La solución que me dio el doctor, inmediata, era hacerme una lipo de chichis en los extremos de mis senos, de hecho tengo la cicatriz, una rayita a cada lado cerca de la axila. Pasó un tiempo de recuperación y el resultado de eso fueron unas chichis flácidas y caídas, entonces no me solucionó ni me dio el resultado que yo quería, que era tenerlas firmes”, relata.

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Un par de años después, Jasú volvió a consultar a un especialista, quien le ofreció una nueva alternativa. “El doctor para compensar esa flacidez me puso una prótesis de 200, que me la puso por la areola y no pasó nada, pero yo me veía chichona, incluso un poco más, sentía que se hicieron más voluptuosas, no me sentía cómoda. Y como yo tenía mucha actividad sentía que me pesaban, me dolía mucho la espalda y para sujetarlas debía tener un sostén especial. Pasó un tiempo y esta tercera cirugía fue la traumante para mí en todos los sentidos, porque fue un proceso superdoloroso. Visité al doctor y le expliqué todos los procesos que había tenido y que quería tener los pechos pequeños, pero firmes. Esta cirugía se dio. Entré en la mañana al quirófano y salí a las 21:00. Fue una cirugía superlarga y quienes me esperaban afuera no tenían noticias mías. Cuando el doctor salió les dijo: ‘yo no debí haber operado a Jasú y con eso ellos pensaron lo peor’”, cuenta.

Según explica la artista, en esta tercera operación el especialista cortó demasiada piel de la areola y había colocado una prótesis muy grande. “La prótesis estaba superpresionada y todos los puntos eran alrededor de la areola, cuando yo me desperté, en la noche, me levanté con mala reacción de la anestesia. Al tercer día se me comenzaron a abrir los puntos de las areolas (...) cuando vi que se comenzaron a abrir todos, fui donde el cirujano a decirle lo que me estaba pasando y me indicó que no podía intervenirme si no esperar a que todos se sigan abriendo, la solución que me dio fue llevarme a otro doctor y lo que este hizo fueron las curaciones durante dos meses. Esperar a que la herida se siga abriendo porque gracias a Dios esta intervención fue solamente por los pezones, él no me hizo la T (tipo de cirugía), porque si la hubiera hecho de esa forma hubiera quedado más destrozada”, revela.

“Dos meses estuve en curación y en carne viva me cortaban los hilos, tenían que esperar que se abriera todo solo, me hacían una limpieza con mucha precaución, y yo tenía mucha actividad en el grupo y tenía que cambiarme a cada rato, porque el micropore que yo usaba me causaba alergia y con la herida abierta que debía cuidarla, y encima poner sostén y blusitas. Debía hacerlo incluso en mi casa cuando tenía mucha actividad”, menciona sobre esta situación por la que atravesó en el 2009.

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Un año después, sus heridas cerraron y salió de peligro. La cuarta operación era una necesidad, recalca. “Mis pezones quedaron como cuando le pones una plancha caliente y eso se derrite, era una cosa monstruosa, lo importante en ese momento era que se cure como sea, pero que se cierre esa herida. Me costó muchísimo tiempo buscar un doctor que me hiciera una reconstrucción, pasó mucho tiempo en tomar esa decisión, me hice todos los exámenes correspondientes, y después de casi tres años, que tuve temor, mi única preocupación ya no era el tamaño, era que me saquen las prótesis que me habían puesto y descartar cualquier peligro en mis senos y que me quitaran del pezón toda esa mancha de quemado, horrible. Encontré al especialista, me quitó todo lo quemado, las prótesis y yo tuve mucho cuidado, estuve alrededor de un mes sin alzar los brazos porque estaba con el temor de que se abrieran los puntos”, indica.

En diciembre del 2016, durante un accidente casero se quemó el 70 % del cuerpo. “Hubo muchos comentarios feos y la gente lo confundía con biopolímeros o con otra cosa. Casi pierdo la vida por no acudir la primera semana al hospital Luis Vernaza al área de quemados, porque casi pierdo la vida por una negligencia en el primer lugar donde me atendí (...) El doctor Quintana y el doctor Palacios guiaron a Andrea Pesántez, que es mi mánager, y entré a las 06:00 al quirófano. Ahí me sacaron toda la piel negra que tenía, gracias a Dios y a ellos puedo ahora contarlo. El doctor Quintana le dijo a ella, ‘haga de cuenta que ella tiene cáncer, así de grave estaba’. Él le enseñó unas fotos en las que se veían mis manos hinchadas y negras. Ahí me llevaron al área de UCI. Yo estaba aislada, se me complicaron muchas cosas. Lo que me pasó antes fue una negligencia que nunca la denuncié porque cuando salí del hospital lo que agradecía era estar viva realmente. A mí me lavaban los dientes, me aseaban toda, yo pasé desnuda, a mí me rebanaron las piernas y me injertaron el seno, las caderas, la parte de las pompis, todo me injertaron porque el lado izquierdo fue el que sufrió”, detalla Jasú.

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Después de la pandemia, en este 2022, a inicios de febrero se operó por última vez. La doctora Mónica Espinosa, asegura, es quien ha logrado un milagro en la parte de sus senos. “Me hice todos los estudios porque tenía miedo de tener algo luego de tanta manipulación, gracias a Dios no tuve nada malo. Yo como paciente digo que ella ha hecho un milagro, luego de cuatro cirugías dolorosas y un proceso traumático. Ella me hizo una T invertida, me cortó muchísima piel, me puso una prótesis pequeña, porque mis chichis no son grandísimas, ahora. Se las ve bien, se las veía horrorosas, deformes, encima la quemada hizo que se viera más feo”, revela.

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“Cuando fui mamá se me dificultó hartísimo dar de lactar a mi hija, fue una pesadilla, yo me tomaba todo y apreciaba cada gota de leche materna que salía, yo solo pude dar de lactar a mi hija cuatro meses, yo perdí totalmente la sensibilidad en mis senos, después de la tercera cirugía que fue traumática, perdí totalmente la sensibilidad en mis senos. Yo pienso que la sensibilidad ya totalmente se perdió”, indicó Jasú Montero, artista ecuatoriana.

¿Se ha reconciliado con su cuerpo luego de todas estas cirugías? Sabe que era lo que pasaba, yo le decía a la doctora, que cuando yo me quemé, la gente se preocupaba porque yo era supervanidosa y la quemada me ayudó a no preocuparme tanto por lo físico, aunque lo mío ya era una necesidad. Cuando me quemé, me quemé del lado izquierdo el 70 % de mi cuerpo (...) Ahora me siento tranquila, era una necesidad también de salud, por todo lo que me daba vueltas en la cabeza, los resultados están superbien”, añade la artista.

¿Esta es la última cirugía estética a la que se piensa someter? No, ya no, ahí me quedo. Cuando tenga 70 ahí me estiro la cara. Si me dieran a elegir, me hubiera quedado con mis chichis naturales, en el 2000 yo tenía chichis naturales y eso no se sabía en televisión, entonces no las quería y no las aprecié. Si yo no hubiera estado en el medio artístico no se me hubiera pasado por la cabeza ni siquiera operarme.

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Televisión, música y radio

A sus 41 años, y con una propuesta musical como solista que se afianza con diversas presentaciones, Jasú tiene más certezas sobre lo que desea en su día a día. Recientemente sumó a su experiencia laboral, la locución radial como parte del programa Guayaquil se prende, que se transmite de lunes a viernes, en radio La Otra. En esta producción comparte micrófono con su también compañero de TC Televisión, Jorge Heredia.

“Trabajar en la radio era un sueño que tenía desde hace muchos años, arranco en un programa de 15:00 a 17:00, estoy contenta, es un programa de música popular, estoy feliz porque tiene que ver mucho con la música”, agrega.

Esta faceta se complementa con su desempeño como anchor del magazine De casa en casa, del que forma parte desde el 2016.

Recientemente grabó el sencillo titulado Bye Bye, del que tiene previsto grabar su videoclip. “El video que he grabado con Juan Del Valle es para mi tema Bye Bye, que lo escribió Pedrito Chinga, la letra y música es de él. Para ese audiovisual me maquilló el Dúo del Ecuador (Héctor Alvarado y Jinson Pineda). Lo hicimos en Bucay, esta será la primera parte del video, es una historia de amor”, agrega.

Antes de este estreno presentó una colección de 17 canciones (pasillos, valses y pasacalles), que lleva por nombre Ecuatorianízimamente Jasú. (I)