El estado de salud de Isabel II, reina de Inglaterra, va mostrando cada vez más que a su edad -95 años- ella prefiere evitar los traslados y la exposición pública.

De allí que la casa real británica tiene que emplearse a fondo para que la monarca pueda seguir asumiendo sus responsabilidades y al mismo tiempo, sus súbditos no perciban de manera muy patente su deterioro.

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A un mes de cumplir 96 años, la próxima cita que tiene en su agenda es el primer aniversario de la muerte de su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, que falleció a los 99 años el 9 de abril del año pasado. Y tal y como ha comentado la prensa inglesa, el Palacio de Buckingham está planeando una operación casi militar para llevar a la monarca al servicio conmemorativo de su marido, mientras la mantiene fuera de la vista de los paparazzi.

La reina Isabel II se niega a utilizar una silla de ruedas: La fragilidad de la monarca se agrava ante la pérdida paulatina de la movilidad de sus piernas

El Daily Mail recoge que está previsto que la reina vuele 15 minutos en helicóptero desde el Castillo de Windsor hasta el Palacio de Buckingham para el evento, que tendrá lugar el 29 de marzo. Después, la jefe de estado será llevada en un carro a lo largo la corta distancia desde el Palacio hasta la Abadía de Westminster. Todo el patio será resguardado según los planes de la casa real, que también incluyen pantallas de privacidad de casi dos metros de alto y un posible túnel, al muy estilo de los campos de fútbol, que bloquearía la vista de cualquier fotógrafo cuando la reina salga del vehículo.

La idea, al parecer, es porque la reina no quiere ser vista en público en una silla de ruedas por temor a repetir una famosa imagen de su fallecida hermana, la princesa Margarita, en los meses previos a su muerte.

Estas informaciones llegan después de que Isabel II se retiró del servicio del Día de la Commonwealth la semana pasada por las preocupaciones sobre su “comodidad” en un viaje de 97 kilómetros, y por las dudas acerca de si podría soportar tener que sentarse en la Abadía de Westminster durante más de una hora.

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Pero la reina está decidida a asistir al servicio conmemorativo del duque de Edimburgo. Isabel II quiere caminar el mayor tiempo posible y hasta ahora ha descartado usar una silla de ruedas en público.

Buckingham Palace ha valorado esa opción para que la monarca pueda moverse por las partes sur y este del recinto con mayor rapidez y comodidad. También se está explorando la posibilidad de que pueda sentarse antes de que llegue la audiencia en lugar de ser la última, como es tradición.