Brick Reyes, arquitecto urbanista, docente universitario y magíster en Impactos Ambientales, plantea alternativas que podrían mitigar los impactos de inundaciones y subidas de marea en Guayaquil.

En entrevista con este Diario, el especialista expone las situaciones que podría enfrentar la ciudad en este próximo invierno con el fenómeno de El Niño y la importancia de realizar estudios de los sistemas de desfogue de aguas lluvias.

Guayaquil está a cuatro metros sobre el nivel del mar e influenciada por subida de mareas, ¿qué tan vulnerable vuelve esto a la ciudad ante El Niño?

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Cuando Guayaquil empieza a ser poblado siempre ha tenido como cultura estar rodeado de cuerpos de agua, cuando empezó a tener sus primeros asentamientos en el cerro Santa Ana, en la ribera del río Guayas, en las partes bajas, lo que se tenía como escenario era una planicie de manglares y brazos de estero que cruzaba lo que hoy es el centro.

El nivel freático en la ciudad es muy superficial, que tenemos humedad a 1,20 y 1,50 metros (de profundidad).

Guayaquil está abrazado por el río y el estero, eso hace que exista una gran cantidad de humedad, que a través del proceso interno bajo la tierra se comunique esta humedad y se mantenga. Cuando hay precipitaciones no existe un gran nivel de filtraciones porque el suelo es húmedo, arcilloso, limoso, eso actúa como una especie de impermeabilizante.

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Guayaquil es una de las cuatro ciudades con más riesgos de ser inundadas por efectos del calentamiento global con la subida de los niveles de la marea, por otro lado, está influenciada por flujos y reflujos del mar cada seis horas.

Eso implica que tenemos una subida de marea, cuando esto ocurre paralelamente con precipitaciones empieza a haber los inconvenientes de taponamiento de los drenajes de alcantarillado de la ciudad en vista de que el nivel del mar ha obstruido el drenaje que tiene la ciudad y provoca inundaciones. Al no haber desfogue comienza a subir el nivel y provoca inundaciones especialmente en las partes más bajas.

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¿Cuáles serían los riesgos que enfrentaría Guayaquil con este fenómeno?

El evento de El Niño es una cosa que hay que tratarla con mucho tino, esto no es cíclico, esto se da de una manera intermitente, no programada y que cada que ocurre hay que estar muy atentos con las incidencias que pueda haber.

Por ejemplo, cuando hay incidencias del fenómeno de El Niño, precipitaciones fuertes, continuas, prolongadas, entonces el agua se acumula. Guayaquil es una ciudad recubierta con hormigón, con cemento, no tiene por dónde filtrarse el agua, los escasos puntos en donde tenemos la suerte de tener áreas blandas no abastecen para lograr el agua de lluvia que pueda venir de precipitaciones especiales como las que produce el fenómeno de El Niño. Se van a producir problemas, inundaciones, obstrucciones de las redes sanitarias, aguas lluvias, aguas servidas, la mezcla de estas trae un problema sanitario-ambiental, enfermedades.

El agua acumulada combinada con desechos de residuos urbanos crea un caldo de cultivo de enfermedades. Vienen no solo inundaciones, enfermedades de la piel, gripe, fiebre, etc.

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Para enfrentar el fenómeno de El Niño no solo es cuestión de inundaciones, es una cuestión de un sistema integral del país que tiene que activarse. El Ministerio de Obras Públicas para cuestiones de vías, puentes, deslaves, derrumbes, obstrucciones de carreteras, y a nivel urbano, igual.

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En Guayaquil hay zonas donde antes no se escuchaba que sufrían inundaciones, en el anterior temporal invernal se dieron problemas en barrios como Samanes, Guayacanes, el nivel del agua superó muros construidos en años anteriores, ¿a qué se debe eso?

Guayaquil es una ciudad que tiende a crecer a nivel horizontal. El problema no es si creció planificada o no. El tema es que al crecer horizontal va habiendo progresivamente espacios nuevos habitables, que son nuevos problemas inundables a nivel de ciudad. Entonces, aparecen en el escenario nuevas áreas, nuevos programas de vivienda que de una u otra manera tienen problemas de salud, de movilidad, transporte, educación, inclusive de cómo adquirir alimentos, etc.

Es decir, ¿el crecimiento poblacional también tiene su influencia en que se generen nuevas inundaciones en sectores donde antes no se daban?

Correcto, porque todo tiene un proceso. Ese proceso de ir ocupando el espacio, las superficies, que de pronto antes eran agrícolas, que ahora fueron destinadas para vivienda, todo lo demás. Son sitios en donde dejaron de ser agrícolas y ahora son urbanos. Son urbanos y son recubiertos de cemento, recubiertos de hormigón, sin espacios en donde se pueda dar salida a las acumulaciones de las aguas de las precipitaciones. Entonces, estos nuevos espacios crean nuevos escenarios que cada vez hacen que se complique más el tema del problema de inundaciones, porque ya no estamos hablando solamente del centro o del centro norte, sino que ya estamos hablando de Guayacanes, estamos hablando de Samanes, Ceibos, etc., y de muchos sitios que a nivel urbano identifican la ciudad.

¿Qué se puede tomar como respuesta o acción para enfrentar estas inundaciones que ya se están viendo en sectores que no se daban antes?, ¿quizás, los canales de evacuación ya son insuficientes?

En el norte de la ciudad, Samanes, Orquídeas, Vergeles, todas esas zonas eran áreas tradicionales, eran un gran valle aluvial de inundaciones, zonas bajas que no debieron ser convertidas en habitacionales. ¿Por qué se inunda Las Orquídeas? Porque está allí, en esas zonas inundables, aluviales. Entonces, cuando se pobló eso de allí, en zonas bajas, quedaron bajas, y al quedar bajas, quedaron sujetas a inundaciones. ¿Qué se hizo después? Junto a Orquídeas se construyó Mucho Lote 1. ¿Qué se hizo? Se elevó Mucho Lote, está elevado 4 o 5 m sobre el nivel de Orquídeas, porque ya tenían conocimiento de que esas zonas bajas, si se las dejaba tal como estaban, iban a ser propensas a inundaciones. Pero, en cambio, al elevar el nivel dejaron a Las Orquídeas siempre abajo. Y ese es uno de los puntos más críticos que tiene la ciudad en temas de inundaciones. Entonces, ahora, para el fenómeno de El Niño, debe ser tomado muy en cuenta porque esa parte de la ciudad es sumamente baja.

En zonas como Urdesa, que están directamente influenciadas por las mareas, ¿hay alguna medida que se puede hacer para disminuir el impacto natural?

Las instituciones encargadas o responsables del sistema de drenaje en la ciudad están haciendo una limpieza de los canales, de los ducto-cajones, de todo el sistema de drenaje de aguas lluvias, para tenerlas listas y que puedan abastecer el desahogo, el desalojo de toda esa intensidad de lluvia que vamos a tener para el fenómeno.

Y eso está bien, la pregunta es, esos sistemas de drenaje que existen ahora, que ya tienen 20, 30 años, 40 años, ¿de pronto son suficientes para una ciudad como la que tenemos ahora? Fue calculada, está prevista como para que a estas alturas tenga la capacidad para no quedar saturada en un evento como el fenómeno de El Niño.

Eso habría que preguntarles a ellos. Pero lo que sí sé es que están haciendo la parte de limpieza de los drenajes, de los canales y todo lo demás, inclusive haciendo una buena publicidad en términos de educación para las familias, en que no lancen basura a los drenajes, porque eso es otro de los problemas, que obstruyen los canales, y comienzan los taponamientos y las inundaciones.

‘Nos estamos preparando ante el peor de los escenarios con la finalidad de que, si no se llega a concretar, tengamos mayores condiciones de organización y respuesta’

Conforme el crecimiento que ha habido, que ha sido un crecimiento bastante alto. ¿cree que son suficientes los actuales sistemas de drenaje?

A estas alturas debería de hacerse un plan integral para todo el sistema de desalojo de aguas lluvias. Estamos hablando de alternativas de ductos, de canales abiertos, pero con el volumen y la capacidad para conducir el flujo de eventos especiales, como en este caso de El Niño. Pero eso no solamente en ciertas partes en donde históricamente se ha conocido que para allí había un canal, había un cauce, debe de ser, de acuerdo a una planificación, sacar el agua de esta parte de la ciudad, llevarla hacia tal sitio y de ahí evacuarla al río. Creo que debería de hacerse una reingeniería del sistema de drenajes en la ciudad.

A veces coincide la subida de marea con una fuerte lluvia, ambos escenarios que derivan en una ciudad que se vuelve prácticamente caótica en todo sentido, hay muchas complicaciones. ¿Qué se puede hacer ante eso?

Lo que podemos hacer es que las coincidencias no se den, pero se dan... y se dan provocando el mayor impacto de inundaciones en vista de que al subir el nivel del mar en el cauce del río Guayas, del río Daule, ya los drenajes que salen de la ciudad no tienen a dónde salir. Entonces, lo que podría hacerse es el planteamiento de soluciones, pero soluciones macro a nivel urbano en donde ya la respuesta no sea solamente de un gobierno municipal, de un gobierno provincial, sino de un gobierno central. Estamos hablando de que Guayaquil es una de las ciudades con un potencial increíble de ser inundada por la elevación del mar.

Por ejemplo, para Las Orquídeas, en su momento, hice un planteamiento que incluía construir tres compuertas para evitar la inundación del sector. Dos compuertas ubicadas hacia las riberas del río Daule y una tercer compuerta que era para desviar todo el cauce que avanza desde las partes altas de la cuenca hidrográfica en Las Orquídeas.

Es decir, si tenemos a Las Orquídeas en este punto y viene desde acá bajando todo el potencial hídrico de lluvias y llega a Orquídeas, pues como cuando hay un perro bravo en esa esquina, ¿qué es lo que hacemos? Evitarlo y nos vamos para acá.

En este caso, si Las Orquídeas están acá y todo el cauce viene aquí, lo que se hace es desviar el cauce por otro canal natural que existe allí y evitamos que todo ese caudal que viene de la cuenca avance a Las Orquídeas. Y con esas compuertas evitamos que el agua del mar, por el flujo que se da en ese momento, afecte el desalojo de las aguas. Seis horas viene subiendo el nivel del mar, a las seis horas baja y a las seis horas las compuertas bajan y comienza a desalojarse el agua que se acumuló durante todo ese tiempo en los canales. Entonces no vamos a tener inundaciones.

En zonas del noroeste ha habido un crecimiento desordenado, con invasiones. ¿Qué alternativa se podría hacer para mitigar de cierta manera las afectaciones?

Hay dos cosas y tenemos que escoger. Qué preferimos: ¿lamentarnos por la muerte de personas afectadas por las incidencias del fenómeno de El Niño o antes de que se den estas incidencias sacar a esas personas de esos sitios que están en alto riesgo? En alto riesgo porque están ubicadas en los cauces de los drenajes que trae la cuenca hidrográfica.

Sacar a esas personas que están allí, que ya sabemos, que ya las hemos identificado, están identificadas, porque con las lluvias anteriores ya han tenido problemas, sacarlas y que ya no se vuelvan a implantar ahí, que nadie regrese allí porque esas zonas son de alto riesgo. Entonces esa es una solución. Despejar las áreas que están propensas y que ya deben de tenerlas identificadas. Entonces hacer eso, pero hacerlo antes de que el desastre se dé. Esa sería una forma de evitar el problema.

Con el fenómeno de El Niño del año 97, aproximadamente le costó al Estado 2.888 millones de dólares, que equivalen al 15 % del PIB (Producto Interno Bruto). Imagínense ahora trasladar ese porcentaje de incidencia por daños y desastres producidos a nivel nacional. Podemos evitarlo, pero para eso tiene que haber una intervención seria, eficaz, que se esperen resultados óptimos para lograr que las afectaciones y el impacto sea menor.

En Guayaquil, ¿qué otra acción se puede hacer, por lo menos a largo plazo, para evitar inundaciones a futuro, ya que según los expertos este fenómeno va a ser más recurrente?

Una de las alternativas es ubicar, plantear planificadamente lagunas artificiales de captación de los excesos de aguas lluvias en estas épocas invernales. Como ya sabemos que estamos influenciados por los flujos y reflujos de las mareas, entonces llenamos esas inmensas lagunas con el agua de lluvia excedente, evitamos que se inunde la ciudad, dirigimos toda ese caudal hacia esas inmensas lagunas y después, como máximo seis horas, se evacuarán, porque ya la marea bajó y nos evitamos inundaciones.

¿Dónde podrían ir estas lagunas?

Guayaquil tiene una extensión bastante grande a nivel urbano. Ahí por Las Orquídeas existen unas áreas libres en donde en determinado momento se pueden plantear esas lagunas. O sea, cualquier espacio abierto se lo podría utilizar como una área de acumulación de los excesos de agua. Y eso sería importante planificarlo, habría que ver las pendientes, las inclinaciones, la capacidad, el flujo de agua, el sentido de la direccionalidad de las escorrentías, es decir, algo por aprovechar para llevarlas hacia esa laguna.

En el sector de Samanes que ahora se está inundando, ¿ahí podría haber una laguna artificial?

Por supuesto.

¿O puede ser un barrio que no se inunde?

Podríamos llevar ahí (Samanes), direccionar el flujo de las aguas hacia una laguna, qué sé yo, ubicada en el parque Samanes, que recoja todas las aguas de ese sector. Y así en el sur, en el Guasmo, en todos los lados. Pero con base en estudios técnicos hidráulicos, en donde ingenieros tendrían que ver cuál es la mejor opción, ubicación, alternativa para este tipo de propuestas.

¿Alguna otra propuesta para mitigar inundaciones?

La otra es el tema de las compuertas, la otra es el tema de amurallar la ciudad y transformar diques que eviten, no ahora, pero en lo posterior, que con la incidencia de la elevación de los niveles del mar la ciudad se inunde.

Siempre se habla de qué pueden hacer las entidades, pero también a nivel ciudadano, en los barrios, el ciudadano común y corriente de barrios que saben que están afectados siempre, como Sauces, Samanes, ¿qué podrían hacer ellos?

La ciudadanía tiene un papel importantísimo. El cuidado de los puntos de evacuación en los drenajes, el taponamiento se debe porque el ciudadano lanza los desperdicios a la calle y cuando hay lluvias, esos desperdicios obstruyen las rejillas y las sella. Entonces, esa es una de las funciones que tendría que tener el ciudadano común para ayudar a evitar las inundaciones.

Cuando hablamos de formación de una ciudad verde, hacer programas de reforestación. Cuando llueve, ese árbol absorbe agua. Entre más árboles vamos a tener, va a haber mayor absorción de agua, va a haber menos inundaciones o se reduciría el nivel de inundaciones. (...) Lo importante es que no solamente el ciudadano participe, que la empresa privada participe, las ONG, los gobiernos centrales, locales, provinciales participen, la comunidad, que participen todos, porque este es un trabajo integral en donde todos tenemos que ayudarnos para hacer que el impacto sea siempre menor. (I)