En muchas conferencias de liderazgo o innovación se suele mencionar la frase “No son las especies más fuertes las que sobreviven… sino las que mejor se adaptan a los cambios”, con la que el expositor busca movilizar a las personas hacia algún tipo de acción o cambio. Si bien es cierto que la frase tiene algo de cierto, tiendo a discreparla, pues la adaptabilidad consiste en mucho más que bailar al son de los cambios.

La adaptabilidad no es reactiva, sino que es un proceso de salir de las propias ideas y entender la realidad desde otras miradas. Una persona adaptable es quien puede ponerse en el lugar del otro y comprender sus diferentes puntos de vista, aceptándolos incluso en la disidencia. Por ese motivo, está abierto a cambiar una opinión, un pensamiento o una manera de trabajar en función a dichas circunstancias.

Pero lo mejor de la adaptabilidad es que le gusta combinarse con otras habilidades, creando en el camino unas fórmulas que suelen ser muy valoradas en entornos laborales. Veamos algunos:

1. Adaptabilidad más equilibrio emocional: el perfil visionario. Las personas con esta combinación suelen llevarse muy bien con los cambios, readecuando su esfuerzo y manteniendo la tranquilidad en situaciones de tensión o estrés.

2. Adaptabilidad más creatividad: el perfil innovador. Es capaz de ubicarse en la posición de sus posibles usuarios y crear soluciones enfocadas en sus necesidades.

3. Adaptabilidad más orientación al servicio: el perfil servicial. Es capaz de diseñar la experiencia de servicio colocando al cliente en el centro y crear momentos memorables que logren fidelizarlo.

4. Adaptabilidad más sociabilidad: el perfil colaborativo. Un perfil potente que puede gestionar redes de colaboración, generando espacios de confianza donde las ideas fluyen y los aportes son constantes.

Finalmente, la adaptabilidad se encuentra en cualquier edad o generación. Conozco a alguien muy respetable, un amigo que está próximo a cumplir sus 100 años. Durante este tiempo se convirtió en la fuente confiable de información, creó tendencias innovadoras que otros seguirían, sirvió a la sociedad siendo un medio para dinamizar la economía y, como buen influencer, generó una extensa comunidad de seguidores. Se llama Diario EL UNIVERSO, y hoy quiero felicitarlo por estos 100 años, y al mismo tiempo, agradecerle por el aporte innegable que nos ha brindado a los ecuatorianos. Que Dios bendiga sus proyectos y a cada uno de los colaboradores. ¡Feliz aniversario! (O)