Al hablar del poder de los ‘com’ y los ‘con’, no me estoy refiriendo a nombres de dominio en internet, o a la parte final de una dirección de correo electrónico, sino a estos dos prefijos latinos, que sumados a otros como “co” y “col”, sirven para formar palabras muy poderosas en cuanto a las relaciones humanas.

Y es que los prefijos latinos “com” y “con” significan unión, reunión, cooperación. Es decir, el hacer algo junto al otro, el estar con el otro, hacerse uno con él.

Los humanos somos seres esencialmente sociales. Nuestra identidad, nuestra percepción de la valía propia y ajena, nuestro equilibrio emocional y afectivo, se forjan en la interacción con las personas de nuestro entorno, de nuestra intimidad. Por esto, todos necesitamos que los que nos rodean nos traten con acciones y gestos definidos por palabras que tienen estos prefijos, es decir: consolar, acompañar, concertar, compadecer, compartir, conciliar, congraciar, conceder, colaborar, coincidir, cooperar.

Los padres de familia a veces llegan a la consulta buscando una receta, una hoja de ruta, una fórmula precisa para actuar, para relacionarse con sus hijos. Sin embargo, en el fondo todos sabemos que no hay tal cosa. Lo que sí podemos hacer es desarrollar actitudes y acciones que les demuestren a nuestros hijos que estamos con ellos, que los escuchamos, que los apoyamos, sin importar si triunfan o fracasan, si son como queremos que sean, o no.

Muchas de estas actitudes y acciones empiezan con el prefijo “con”. Aprendamos pues a consolar a nuestros hijos; acompañémoslos en sus experiencias; tengamos compasión de sus sufrimientos; colaboremos con ellos; compartamos con ellos nuestras experiencias y sentimientos, coincidamos en tiempo, lugar y presencia; tengamos actitudes conciliadoras; cooperemos con ellos.

Si hacemos todo esto conoceremos mejor a nuestros hijos, nos haremos uno con ellos y entonces veremos muy claro las diferentes formas en que los podemos apoyar, incentivar y guiar en su camino hacia su propia felicidad y realización.

Lo demás, entendiéndose su seguridad personal, sus emociones equilibradas, incluso sus triunfos, se dará por añadidura. Termino deseando que compartamos el mejor espíritu en esta Navidad. (O)

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