En la Era 4.0 que vivimos, cualquiera puede emprender y tumbar gigantes. Ya lo vimos con Netflix que no solo sacó del mercado a Blockbuster, sino que creó una categoría, que a su vez creó una industria tan grande como Hollywood; se calcula que mueve sesenta mil millones de dólares anuales, otros estiman que más.

La fotografía digital desapareció a Kodak, que no supo reaccionar a tiempo, y ahora tenemos a Tesla que vale lo que la mayoría de las marcas tradicionales de vehículos valen en conjunto: 700.000 millones de dólares.

Hace menos de treinta años, un emprendedor llamado Jeff Bezos inició una empresa por la que nadie daba dos reales, pues entendió que el público valora a la comodidad como beneficio y ¡decidió vender libros por internet!, cuando la industria estaba apenas naciendo. Toda una locura.

Para 1998, Amazon valía $ 400 millones, lo que era una fracción de las exportaciones ecuatorianas no petroleras; sucede que Bezos entendió que los libros eran un pretexto, y que lo que valía realmente era la megaaudiencia que creó a través de su canal de distribución.

Hoy, la empresa que más vale en el mundo es Amazon con más de un billón de dólares, o sea, un millón de millones, o lo que equivale al PIB de Colombia, Ecuador, Perú y Chile juntos, pues Amazon es el marketplace por antonomasia, y es el punto de llegada y partida para todo emprendedor digital que quiera agregar distribuidores en un solo lugar.

Los marketplaces son sitios donde convergen compradores y vendedores de muchas categorías, tendencia que con el tiempo va a la especialidad, es decir, cada vez los temas serán más específicos.

De este modo nació Etsy, el marketplace más grande del mundo de productos vintage y de autor, no se permite la participación de intermediarios, solo del productor, así produzca una pieza o dos al año; con eso rompió el esquema de la producción en masa, y dio la oportunidad al pequeño artesano a que se codee con el mercado mundial, sin burocracia.

Etsy factura más de $ 3.500 millones al año, tiene más de ochenta millones de usuarios registrados y un millón y medio de oferentes, su website recibe casi 400 millones de visitas mensuales, y sigue creciendo.

Los marketplaces son todo un rompecabezas logístico, requieren trabajo, planificación y dinero, mucho dinero para prosperar, caso contrario su tiempo en el mercado será efímero; ciertamente es una suerte de muchas cosas al mismo tiempo. ¿Rentable al final del día?, sí, depende de la visión de sus fundadores.

En Ecuador existen muchos emprendedores que luchan por posicionar su marketplace como Yaesta.com, que ofrece la oportunidad para que terceros ofrezcan productos o servicios; así también uno con enfoque de economía circular como Cambalache.red, otro enfocado en impulsar artesanías finas como Artesanshop, otro que agrupa varios tipos de oferta como Tenderati, pero de ahí no muchos más.

En lo personal considero que si se empieza en Ecuador como laboratorio de pruebas, la estrategia es correcta, aunque la visión debe ser internacional, entonces se prosperará; en honor a la verdad, en este país está todo por hacerse.

Pienso que si los emprendedores digitales llegan a dominar conceptos como Affiliate Marketing, publicidad PPC (Pay Per Click), SEO, y a tener una gran dosis de paciencia y perseverancia, podrán triunfar, pues en internet las cosas no son ni rápidas, ni fáciles, ni baratas. (O)