Debo confesar que me encanta desmitificar ciertas frases “motivadoras”, y esta es una de aquellas que más urticaria me genera. Entiendo perfectamente que suele usarse como una alusión a identificarse o incorporarse en los desafíos de la empresa, pero la verdad es que una camiseta está hecha para ser cambiada. Si no, imagínense usarla todos los días, en el mejor de los casos, terminaría deshilachada y descolorida.