La bulimia nerviosa está catalogada como un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) y uno de sus rasgos más característicos es que quienes sufren de él se dan atracones de comida en un espacio corto de tiempo y con frecuencia.
El portal CuídatePlus agrega que esta enfermedad afecta en mayor proporción a la población femenina: pues por cada varón, la padecen 9 mujeres entre los 16 y los 20 años. La incidencia de la bulimia (que actualmente se estima que afecta al 2% de la población) se ha mantenido estable en los últimos 10 años.
Quienes padecen de bulimia tienen tendencia a restringir su alimentación para perder peso; no obstante, el hambre y la impulsividad son parte de un malestar psicológico profundo, que las lleva a comer una gran cantidad de comida y luego tener un sentimiento de culpa, que les lleva a consumir laxantes, hacer ejercicios excesivamente o purgarse.
Publicidad
Hallan microplásticos utilizados en los envases de alimentos y pintura en venas humanas
Hasta el momento no se sabe con certeza qué es lo que causa la bulimia; sin embargo, los ideales sociales y culturales que asignan valor basándose en el peso y la forma del cuerpo juegan un papel importante. Asimismo, también hay un vínculo genético, pues estos trastornos suelen ser hereditarios, reseña Hopkins Medicine.
Síntomas de la bulimia
- Episodios recurrentes de atracones y miedo a no poder dejar de comer.
- Vómito autoinducido (la persona suele ocultarlo).
- Ejercicio excesivo.
- Ayuno excesivo.
- Hábitos o rituales alimentarios peculiares.
- Uso inadecuado de laxantes o diuréticos.
- Menstruación irregular o ausencia del periodo.
- Ansiedad
- Sentimientos de insatisfacción con ellos mismos y con la apariencia de su cuerpo.
- Depresión.
- Preocupación por la comida, el peso y la forma del cuerpo.
- La garganta siempre está inflamada o dolorida.
- Cansancio y disminución de energía.
- Problemas dentales debido a la erosión del esmalte por los vómitos.
- Atracones para reducir el estrés y aliviar la ansiedad.
¿Cómo se diagnostica la bulimia?
El diagnóstico de la bulimia es complicado porque las personas suelen mantener en secreto la conducta de darse atracones y luego purgarse. En caso de buscar ayuda, se le pueden realizar pruebas psicológicas y también algunos análisis de sangre para corroborar su estado nutricional y de salud.
(I)