El deceso hace un mes de una influencer vegana, a causa de hambre y agotamiento, llamó la atención de los miles de curiosos del ciberespacio. ¿La razón? Varios medios atribuyeron su muerte a una supuesta dieta “extrema” dentro de la cual solo había alimentos crudos.

Zhanna Samsonova, originaria de Rusia y conocida como Zhanna D’Art en las redes sociales, llevaba diez años siguiendo una dieta basada en plantas crudas que consistía en frutas tropicales exóticas, brotes de semillas de girasol, batidos y zumos. La celebridad digital, con más de 10.000 seguidores en Instagram, además iba informando que por periodos practicaba el “ayuno seco”, en el que se negaba a comer o beber algo durante días.

La influencer de 39 años, que había estado viajando por Asia durante los últimos 17 años, supuestamente “murió de una infección similar al cólera que se vio exacerbada por su alimentación”, confirmó su madre al periódico ruso Vechernyaya Kazan, cuyo testimonio fue recogido por portales informativos.

Publicidad

El deceso de la 'influencer' de estilo crudivegano Zhanna D’art (rawveganfoodchef) ha puesto bajo la lupa esta corriente de alimentación. Foto: instagram.com/rawveganfoodchef

Por un lado, los detractores de este tipo de alimentación sugieren que la causa del fallecimiento de Zhanna, en efecto, se debió a su dieta “extremadamente restrictiva”. Otros, a favor del veganismo, como la influencer estadounidense Jeannette Donofrio (Ms. Fit Vegan), consideran que seguramente la mujer padecía un trastorno alimentario que disfrazaba con el régimen crudovegano. “Ella no seguía una dieta de alimentos crudos. Ella estaba a dieta de hambre”.

Por lo visto, toda esta situación ha puesto bajo la lupa a las dietas veganas, sobre todo el estilo crudivegano. ¿De qué se trata esto?

Día Internacional del Vegetarianismo: diferencias entre ser vegano y vegetariano

Qué es el veganismo y el crudiveganismo

Éricka Borbor, licenciada y M. Sc. en Nutrición Clínica Vegetariana y Vegana, explica que el veganismo no solo abarca la alimentación, ya sea por respeto a los animales y al medioambiente, va más allá, es una postura ética: no usar productos de origen animal, no visitar atracciones con animales como acuario o zoológicos. “Y quiere abolir el especismo, la tendencia a creer que los animales son inferiores a nosotros”.

Publicidad

Del veganismo sale una corriente llamada crudiveganismo, que implica comer alimentos crudos, y para esto no deben superar los 42 grados de temperatura. Entre esos alimentos están las frutas, verduras, frutos secos, semillas, germinados, cereales y algas, agrega Silvia Rodríguez, médica nutrióloga, M. Sc. en Nutrición Clínica.

Entre los alimentos que conforman las dietas crudiveganas están las frutas, verduras, frutos secos, semillas, germinados, cereales y algas. Foto: Shutterstock

“Los beneficios de la dieta crudivegana (rawfood) son que como no se necesita cocción es posible evitar la desnaturalización de los alimentos, ya que al cocinarlos, especialmente verduras, frutas y hortalizas, se eliminan una gran cantidad de micronutrientes, como los minerales y vitaminas”, asegura Rodríguez, quien también tiene un posgrado en Microbiota.

Publicidad

Borbor recalca que si el veganismo es una dieta restrictiva, el crudiveganismo va un paso más allá. “Si he tenido una alimentación común (omnívora) y hago la transición a la alimentación vegetariana, tendré que empezar a quitar alimentos, y ahí comienza la mentalidad de restricción”. La persona empieza a pensar en lo que no puede comer más que en las opciones que ahora tiene.

Mike Tyson se convirtió en vegano y bajó 100 libras para regresar al ring

En ese sentido, las especialistas reflexionan que alguien que entra en la alimentación vegana o crudivegana debe hacerlo con la motivación correcta, en primer lugar, que sería la empatía por los animales, porque no se disfruta de alimentos derivados de ellos. “La comida siempre debería ser disfrutable”, señala Borbor.

Y de igual modo, hacerlo de forma informada y asesorada. “Antes de practicarla es importante hacerse un chequeo médico para determinar los niveles de nutrientes como la vitamina B12 y el hierro, claves en este tipo de dietas y en otras como la vegetariana, por lo bajos que son. De todas formas, siempre se pueden tomar suplementos para aumentar sus niveles”, explica Rodríguez.

“Una persona que quiera seguir dieta crudivegana debe acudir a evaluación y controles periódicos médico-nutricionales para evitar padecer desde anemia ferropénica, anemia megaloblástica, inflamación de microbiota”, entre otros padecimientos, añade la doctora, quien incluso opina que la influencer mencionada al inicio lastimosamente falleció justamente por empezar hábitos de alimentación sin asesoría médico-nutricional y controles periódicos nutricionales. De haberlo hecho, pudo haber prevenido complicaciones, puntualiza Rodríguez.

Publicidad

Así funciona el restaurante vegano de Jaden Smith para alimentar a los más necesitados

¿El crudiveganismo es o no más saludable?

Hay una tendencia a pensar que el crudiveganismo es una alimentación ‘más saludable’, sin embargo, lo saludable será distinto para cada persona. Foto: Shutterstock

Adoptar el crudiveganismo por creer que es más saludable que comer cocidos, o por el deseo de perder peso, no es hacerlo por las razones apropiadas. “La alimentación vegetariana (o vegana) debe hacerse porque verdaderamente usted lo quiere, y mucho mejor si es por algo que va más allá de uno mismo, es decir, los animales y el medioambiente. Es una opción muy muy noble”, resalta Borbor.

Pero si el enfoque está en marcar ciertos alimentos como malos, enfermantes, y otros como buenos y sanadores, las numerosas reglas y restricciones que conlleva la dieta podrían llevar a desarrollar conductas de riesgo hacia la comida y trastornos alimentarios.

Sí hay cierta tendencia a pensar que el crudiveganismo es una alimentación ‘más saludable’, sin embargo, lo saludable será distinto para cada persona, observa Borbor. “Me gusta trabajar con los pacientes y darle la vuelta a este concepto. La alimentación vegetariana y vegana también se trata mucho de qué voy a añadir. Los pacientes vienen a la consulta porque no quieren tener carencias al quitar el alimento animal”. Preguntar qué añadir (en vez de centrarse en qué quitar) es un buen inicio para hacer la transición.

Receta para sándwich vegano y sándwich clásico de jamón, queso y salami

Y habla de transición, porque no se debería recomendar un cambio abrupto. “Debería haber un cambio en la microbiota para que se haga más eficiente, para que se adapte y segregue en mayor medida las propiedades y las enzimas que serán las encargadas de digerir una mayor carga de fibra (de las semillas, frutas y vegetales) propia del cambio a una alimentación basada en plantas”. Y por eso es vital el acompañamiento de un nutricionista con conocimientos en esta rama.

Como concluye Rodríguez: “La dieta crudivegana puede acentuar problemas digestivos de personas que ya los sufren, y como toda dieta, es importante observar cómo va reaccionando nuestro cuerpo y así decidir si es la alimentación que nos conviene, aunque para otras personas resulte beneficiosa”.

Además, hay que tomar en cuenta el aspecto social y emocional de la comida, la mayoría de ellas se hacen en compañía, y algunas están vinculadas a momentos especiales con familia, amigos y colegas que no comparten la misma preferencia alimentaria. “Poder salir, compartir con otras personas una pizza, que puede ser vegetariana, pero la masa está cocida”. Esto es parte de tener una alimentación saludable y tener una buena relación con la comida, “si no, caeríamos en reglas y restricciones que afectarán a la larga nuestra salud emocional y física”.

Colina: el poco conocido nutriente que todo vegano debería tomar

A quién se recomienda el crudiveganismo

Borbor especifica que a la cultura y a la mentalidad de dieta les gustan mucho las reglas (bueno-malo, permitido-prohibido). “Queramos o no, la alimentación basada en plantas tiene reglas y es restrictiva según la alimentación omnívora tradicional de nuestro entorno”. Y considera que no es necesario implementar o recomendar el crudiveganismo, ya que es extremadamente restrictivo y no asegura más beneficios o mejor salud a largo plazo, como cualquier otra dieta estricta. Si se hace con esa idea, probablemente habrá mucho estrés por las limitaciones. “Habrá más hipervigilancia a cada bocado, a cada alimento, estará pensando todo el tiempo qué va a comer”.

Si usted quiere añadir más vegetales crudos, frutas, semillas y nueces a su dieta, está muy bien, pero no necesariamente tiene que volverse crudivegano.

Importa más la manera en que usted come que aquello que come, concluye la licenciada Borbor. “Si quiere cambiar su alimentación a una basada en plantas, porque piensa que le hará bajar de peso o es antienvejecimiento, desde el idealismo y la cultura de dieta, esas son luces rojas; le diré que mejor no lo haga, porque hay que tener la motivación correcta, hacerlo a conciencia, que sea disfrutable; y si es por empatía a algo que va más allá del beneficio propio, entonces va por los motivos adecuados”. (F)