Los hábitos son conductas que de tanto repertirlas terminan volviéndose acciones automáticas. Comer alimentos procesados, dormir pocas horas o no hacer actividad física puede ser una de las rutinas más perjudiciales para la salud, sobre todo, después de los 60 años.

Como lo explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), “aunque algunas de las variaciones en la salud de las personas mayores se deben a la genética, los factores que más influyen tienen que ver con el entorno físico y social...”.

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Incluso, el entorno de vida de la niñez, combinado con las características personales, ”tiene efectos a largo plazo sobre el envejecimiento”.

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Para prevenir que el deterioro de las capacidades físicas y mentales es importante evitar los siguientes hábitos no saludables. GETTY IMAGES

Hábitos no saludables que afectan a los mayores de 60 años

Para prevenir que el deterioro de las capacidades físicas y mentales es importante evitar los siguientes hábitos no saludables que terminan deteriorando la salud en las personas mayores de 60 años. Mejor con salud refiere los siguientes:

1. Mala alimentación

Aunque en los adultos mayores es difícil cambiar los hábitos alimetarios, porque son adquiridos desde la niñez y están marcados por su entorno físico, social y cultural, si la dieta que lleva no es equilibrada corre el riesgo de presentar deficiencia de nutrientes clave para la salud cerebral, cardiovascular, ósea, muscular. En general, se afecta todo el cuerpo.

La recomendación para los mayores de 60 años es incluir más nutrientes de frutas y verduras, granos integrales, pescado, mariscos, leche descremada, carnes magras, huevos, frutos secos y semillas, entre otros alimentos saludables, señala la Biblioteca Nacional de Medicina, MedlinePlus.

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2. Dormir mal

La cantidad y calidad del sueño es tan importante para la salud como una dieta equilibrada. No hacerlo genera trastornos hormonales, deterioro cognitivo, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, obesidad y demencia, refieren los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH). Dormir bien ayuda a mejorar “el rendimiento cerebral, el ánimo y la salud”.

Foto: Muntazar Mansory en Pixabay.

3. Sedentarismo

Hacer poco o nada de actividad física implica riesgos para la salud, entre ellos, obesidad, pérdida de masa muscular y resistencia, debilitamientos de los huesos y sistema inmunitario, trastornos hormonales, más inflamación y mala circulación de la sangre, menciona MedlinePlus.

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Caminar, ejercitarse en casa, incrementar la actividad física en las labores del hogar son algunas formas de mantenerse en movimiento.

4, Aislamiento

Los momentos de soledad y reflexión pueden ser buenos, pero vivir solo por decisión propia o no, puede afectar la salud, generando depresió, ansiedad, deterioro cognitivo. Crear grupos de amigos, comunidades de intereses, mantenerse en contacto con actividades o hobbies es un hábito saludable.

GETTY IMAGES Una mayor densidad ósea también puede reducir el riesgo de osteoporosis.

5. Mala respiracion

Es importante tomarse el tiempo para inhalar y exhalar de forma conciente, con ejercicios de respiración, lo que ayuda a la salud pulmonar.

6. Fumar

Este es un hábito especialmente dañiño, porque produce una larga lista de enfermedadaes. desde respiratorias hasta diabtes, osteoporosis y cáncer. El humo del tabaco tiene más de 7 mil sustancias químicas, de las cuales al menos 250 son dañinas y de estas, 69 pueden producir cáncer, detalla el Instituto Nacional del Cáncer.

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7. Exposición a dispositivos electrónicos

La época actual se caracteriza por el uso de dispositivos electrónicos. Estar conectados a toda hora parece ser lo más importante. Entre las afecciones que puede generar el uso excesivo de dispositivos electrónicos están el estrés, ansidedad y trastornos del sueño.

La recomendación de la OMS es tener hábitos saludables a lo largo de toda la vida, y en especial recalca estos tres:

  1. Dieta equilibrada
  2. Actividad física
  3. No fumar

El resultado de estos tres hábitos de oro son la reducción del “riesgo de enfermedades no transmisibles; mejorar la capacidad fisica y mental y retrasar la dependencia de los cuidados”.

(I)

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