Iniciar una rutina de actividad física en los 20 o 30 años puede ser fundamental para la salud cardiovascular a largo plazo, según investigaciones recientes. Aunque las enfermedades del corazón se asocian comúnmente con la vejez, los especialistas subrayan que es crucial comenzar a cuidar el corazón desde una edad temprana. La American Heart Association (AHA) destaca que hasta el 80% de las enfermedades cardíacas son prevenibles con hábitos adecuados.

La cardióloga Dr. Nieca Goldberg, profesora asociada en la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, enfatiza que “el ejercicio es la base de la prevención de enfermedades cardíacas”. Según Goldberg, combinar ejercicio aeróbico con entrenamiento de resistencia parece ser la estrategia más efectiva para evitar y gestionar estas condiciones.

El ejercicio regular es parte de los “Life’s Essential 8″ (los 8 esenciales de la vida)de la AHA, que también incluye una dieta nutritiva, el manejo de la presión arterial y el colesterol, mantener un peso saludable, evitar el tabaco y dormir adecuadamente. Keith Churchwell, presidente de la AHA, afirma que incrementar la actividad física puede tener un efecto positivo en otras áreas de la salud, como mejorar el sueño y la alimentación, y reducir la presión arterial y los niveles de lípidos.

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Alternativas al gimnasio

Para quienes prefieren evitar el gimnasio o correr, Churchwell sugiere alternativas como caminar con el perro, reunirse con amigos para paseos, probar deportes nuevos como el pickleball o asistir a clases de baile. Incrementar la actividad, incluso con solo 20 minutos adicionales al día, puede marcar una diferencia.

El Dr. Nishant Shah, cardiólogo preventivo de la Universidad de Duke, aconseja implementar cambios en el estilo de vida que sean sostenibles a largo plazo. “Lo importante es hacer ajustes que puedas mantener en el tiempo”, dice Shah. Goldberg agrega que encontrar actividades que realmente disfrutes es clave para mantener una rutina de ejercicio. La AHA recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana, junto con dos sesiones de entrenamiento de fuerza.

Adaptación a necesidades personales

Goldberg también sugiere personalizar el programa de ejercicio según tus necesidades, habilidades e intereses. “La consistencia es clave, así que es importante que tu rutina sea manejable y adaptada a tu estilo de vida actual”, afirma.

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Consideraciones sobre el tabaco y la historia familiar

Aunque el tabaquismo ha disminuido entre los jóvenes, sigue siendo un riesgo importante para la salud cardiovascular. Maxim Olivier, cardiólogo del Instituto del Corazón y Vascular de Orlando Health, recomienda estar al tanto de los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, ya que esta información es crucial para evaluar el riesgo de enfermedades cardíacas tempranas. (I)