Enojarse con frecuencia o no saber cómo manejar situaciones que pueden conducir a la ira pasan factura al organismo. “Un solo minuto de enojo basta para destruir tu cuerpo”.

La dura afirmación la hace el kinesiólogo Bastián Cortés.

Trata de mantener la calma, evita “explotar” y busca ayuda para canalizar mejor ese tipo de emoción.

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Qué pasa en el cuerpo cuando me enojo

Sistema cardiovascular, inmunológico y gastrointestinal se impactan con el enojo. Foto: Pexels/Moose Photos

Con el enojo, señala Bastián Cortés, lo primero que se libera es adrenalina que “va a poner en estrés a tu sistema cardiovascular”, por lo que puedes pasar por arritmias, hipertensión, un infarto u otro evento cardiovascular.

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Al estar enojado se libera cortisol y hace que tu sistema nervioso esté constantemente en alerta y tu musculatura alrededor de la columna la mantiene con mayor presión.

Esa situación, señala el especialista, hace que tu columna y vértebras permanezcan comprimidas y esto puede llevar al desarrollo de hernias o discopatías.

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Si eres de los que se enoja con frecuencia vigila tu sistema inmunológico, porque “puede caer y estarás más expuesto a enfermarte”, agrega Cortés.

El enojo afecta al corazón. Foto: Pexels/Andrea Piacquadio

En Infobae divulgan que un estudio del Journal of the American Heart Association reveló que el enojo puede aumentar significativamente el riesgo de ataques cardíacos.

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De igua manera señalan que afecta también el sistema gastrointestinal.

Explican que el sistema nervioso simpático, -o “sistema de lucha o huida”- también se activa durante episodios de enojo, desviando el flujo sanguíneo del intestino hacia los músculos principales.

¿Qué significa esto? Cita la publicación a Stephen Lupe, quien dice que esto ralentiza el movimiento en el tracto gastrointestinal, lo que puede causar estreñimiento, por ejemplo.

Lupe es director de medicina conductual en el departamento de gastroenterología, hepatología y nutrición de la Clínica Cleveland, apunta Infobae.

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No vale la pena enfermarse por experimentar un ataque de ira.

Bastián Cortés, kinesiólogo

El kinesiológo plantea evitar el enojo.

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Para la psicóloga Daphne Liebig, “no basta con pedir solo no te enojes”. Le recuerda a Cortés que esta es una de las emociones que forma parte del ser humano ante un evento que hace reproducir esta emoción en particular. “Se debe dejar sentir, dejar salir y trabajarla pero no guardarla, reprimirla ni obviarla ya que puede ser causa de psicosomatización, gatillante de una conducta tardía explosiva pudiendo generar consecuencias aversivas”. (I)

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