Existen personas que están todo el día fuera de casa, ya sea trabajando, estudiando o realizando otra actividad; es por ello que han convertido la cena en su alimento más importante del día.
Tal como explica la cadena BBC Mundo, en la actualidad han surgido debates con todo tipo de opiniones acerca de cómo la alimentación nocturna pueden alterar o no al organismo y los procesos digestivos.
Yendo a uno más específico, el portal especializado Health agrega que hay quienes ponen una hora límite para la última comida del día y comúnmente es a las 20:00; esto se debe a que se piensa colectivamente que alimentarse poco antes de ir a dormir se ha relacionado al reflujo ácido, la alteración de ladigestión y la interferencia con el azúcar en la sangre.
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¿Realmente es tan malo comer de noche?
Dietistas y gastroenterólogos afirman que sí, hay desventajas de comer en altas horas de la noche, y aunque hay poca investigación sobre no hacerlo específicamente después de las 20:00, sí destacan los beneficios de frenar la ingesta de la comida nocturna en general.
Quienes sufran de hinchazón o acidez estomacal, deberían evitar comer dentro de los 90 minutos antes de acostarse para evitar la aparición de malstares gastrointestinales.
Cuándo es la mejor hora para tomar vitamina D, por la mañana o por la noche
El comer en la noche no es necesariamente un factor decisivo para la salud, pues hay estudios que revelan que los resultados negativos pueden perder consistencia cuando las opciones alimenticias son pequeñas, ricas en nutrientes y bajas en calorías. Lo que verdaderamente hará la diferencia es si esos refrigerios son saludables o no.
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La mejor forma de elegir una hora límite para comer de noche
Dejar de comer después de las 8:00 pm no es una regla estricta para todas las personas. Entonces, para elegir ese momento lo más recomendable es considerar el horario por el que rige toda la familia, al igual que cualquier problema de salud que pueda tener.
Lo más viable es dejar un espacio de tiempo entre la cena y el momento de acostarse, este debe ser de al menos dos o tres horas. La idea es sentir saciedad durante toda la noche y no ir a la cama con hambre (en promedio el vaciado gástrico dura cerca de cuatro horas).
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