Desde hace cinco meses, Tatiana Aguirre alimenta a su perro Pipo con dieta BARF. Bajo una vigilancia veterinaria, le proporciona dos veces al día este tipo de dieta y una vez le da de comer croquetas. Asegura que su mascota, de siete meses, se adaptó inmediatamente y sin problema alguno.

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BARF proviene de las siglas de biologically appropriate raw food, que en español significa ‘comida cruda biológicamente apropiada’. Este tipo de dieta, destinada para gatos o perros, está compuesta por ingredientes de origen animal 100 % crudos, tales como carne, vísceras, órganos, huesos, leches, frutas o huevos.

Michelle Jaramillo, veterinaria especializada en nutrición de mascotas, indica que este tipo de alimentación tiene como base la utilización de huesos carnosos, que aportan minerales, grasa y proteína. “Sin que el perro ingiera el hueso directamente y pueda atragantarse, pueda obstruirse y pueda haber problemas. Por eso, siempre se utilizan los cuellos de los pollos, o ciertos cortes de huesos largos que incluyan tanto carne como grasa”.

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Cambio de alimentación

La dieta BARF tiene como base la utilización de huesos carnosos, que aportan minerales, grasa y proteína. Foto: -- Zontica

En los últimos tiempos se ha percibido una especie de moda hacia este tipo de dieta animal; sin embargo, cualquier cambio de comida para su mascota debe realizarse con cautela y bajo una guía nutricional. De esta manera se evita que la vida de su mascota corra peligro.

La doctora Jaramillo indica que el primer paso es educar al tutor sobre los riesgos y beneficios de utilizar la dieta BARF. “Una vez que se le haya explicado al tutor, tenemos que hacer una transición de alimento natural cocinado o alimento balanceado comercial. Dependiendo del estado de salud de tu mascota, lo haremos de siete, diez, quince días, incluso hasta un mes”, señala y enfatiza que en los animales mayores la transición debe ser lenta, porque hay ciertos aspectos fisiológicos que van a cambiar.

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Es importante que previamente se realice un chequeo general a su mascota, para conocer su estado de salud. “Antes de aplicar cualquier tipo de dieta es necesario realizar un chequeo integral en el que veamos cuál es el estado de salud de tu mascota para determinar si puede o no comer alimento BARF, si se va a beneficiar o va a ser contraproducente. Depende de en qué estado de salud está; se decide si será una dieta de mantenimiento o una dieta terapéutica, con la guía de un veterinario nutricionista”.

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También, bajo esta misma guía profesional, puede mezclar la alimentación de su mascota. A esto se lo conoce como toppers, que consiste en la mezcla de balanceado comercial y alimento fresco, rehidratando de esta forma la dieta.

Jaramillo indica que todo tipo de alimentación va a tener sus ventajas y desventajas, dependiendo de las mascotas y sus requerimientos nutricionales. “Si no te ha ido bien con un balanceado comercial y has probado diferentes tipos de balanceados, has estado trabajando de la mano de tu veterinario y de la mano de tu nutricionista, el siguiente paso sería probar un alimento más natural... O, si no te ha ido bien con la dieta BARF, tal vez el siguiente paso es cocinar este alimento”, señala.

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La dieta BARF tiene como base la utilización de huesos carnosos, que aportan minerales, grasa y proteína.

Esto fue el caso de Toffee Alejandro, un pitbull terrier americano de 5 meses que desde bebé comía croquetas remojadas con fórmula vitamínica para cachorros. Pero, su familia se percató de que esto no lo llenaba y su peso no era el mejor. “Al crecer nos dimos cuenta de que estaba demasiado flaco para su raza. Entonces le preguntamos a su veterinario cómo podíamos complementar su alimentación y nos dijo que podíamos darle BARF y croquetas según su peso. Además, nos recomendó adicionar frutas, y así lo hicimos. Se lo ve muchísimo mejor que antes”, comenta Claudia Poblete, quien asegura que la dieta BARF proporcionada a su mascota “pasa por un riguroso proceso antes de que pueda ser ingerida”.

Poblete indica que su perro come 1 kg diario, repartido en tres comidas durante el día. Entre los beneficios que ha identificado dice que está la mejoría de visión, pelaje y cuidado de sus articulaciones. “Controla el mal aliento, que era algo que había sufrido con mis otros hijos perrunos que solo ingerían croquetas”.

Riesgos y beneficios

La dieta BARF tiene como base la utilización de huesos carnosos, que aportan minerales, grasa y proteína. Foto: -- Zontica

Estudios realizados han mostrado que un alimento no procesado mantiene intactos sus nutrientes, como proteína (el mínimo requerido que indican los estudios es del 16%, sin embargo, un alimento premium/superpremium/ natural más propio para las mascotas tendría al menos un 25-28 %), vitamina y minerales. Además, la grasa se absorbe de mejor manera, al igual que los carbohidratos, que no deben superar el 15 %, indica Jaramillo.

Ella indica que hay animales con enfermedades graves, como el cáncer, que se han beneficiado de un alimento muy alto en proteína y muy bajo en carbohidratos.

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Pero, como en todo, existen riesgos que pueden ser altamente perjudiciales para la mascota y su tutor. “Al estar manejando alimento crudo siempre puede haber una contaminación cruzada”.

“Lo que tenemos que hacer es tratar de asegurarnos de que las carnes que utilizamos siempre sean lo más frescas posible, de animales que no han sido tratados con antibióticos, con antinflamatorios, con antiparasitarios. Si es posible, que sean alimentados (los animales del ganado) con pasto y no con granos, porque todo eso va a influenciar en el ingrediente final”, explica.

Lo recomendable es preferir una marca con registro sanitario y que sea conocida en el mercado. La bioseguridad es sumamente importante.

Recomendación final

La dieta BARF tiene como base la utilización de huesos carnosos, que aportan minerales, grasa y proteína.

Recuerde, la mejor alimentación es la que su mascota necesita. “Hay mascotas que no se van a beneficiar del balanceado y otras que sí; hay mascotas que se van a beneficiar más del BARF y otras que no”, subraya Jaramillo.

Cada animal doméstico es diferente, pero mientras se beneficie de un alimento lo más natural posible y menos procesado, más proteínas va a tener y nutrientes. “Mientras mejor dieta demos a nuestra mascota, más beneficios vamos a tener y menos citas al doctor vamos a tener”, concluye. (I)