Los distribuidores de combustibles volverán a realizar plantones frente a Carondelet como medida de rechazo a la falta de acción del gobierno de Guillermo Lasso, que les ofreció dar una solución sobre el incremento del margen de comercialización, pero que no termina de concretar dicho ofrecimiento.

De acuerdo con su presidente, Ivo Rosero, titular de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), su sector ha venido argumentando, ante las autoridades del ramo, que durante 20 años no se les ha revisado dicho margen, que está determinado en centavos de dólar, y no en un porcentaje del precio del galón como sería lo correcto, han dicho.

Rosero comenta que Colombia y Perú tienen 35 y 28 centavos por galón de margen, respectivamente, y que aquí son 16 centavos para compartir con la comercializadora y el transportista por haberlo congelado durante 20 años.

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Aunque varias autoridades de Gobierno han reconocido que los distribuidores tienen razón en sus argumentos, dicho pedido al parecer no sería atendido en este Gobierno. Es que el ministro de Energía, Fernando Santos, en una de la últimas reuniones que tuvo con el sector les había comentado que para septiembre próximo, es decir para cuando el Gobierno ya está a puertas de salir, se tendría listo un borrador de decreto ejecutivo, el cual debe referirse a la focalización de combustibles y, por ende, a los márgenes de comercialización.

Adicionalmente, se habría comentado que este decreto sería el primer paso para que se dé el proceso de focalización que podría concretarse recién en dos años. Así, para el sector de distribuidores, el ofrecimiento del Gobierno resulta poco útil para la situación actual.

En este punto, Ivo Rosero anuncia que se harán varios plantones de protesta, debido a la difícil situación de su gremio y relata la especie de montaña rusa que han estado viviendo, pues han pasado de funcionario en funcionario de mayor y menor rango, durante más de un año, pero no han obtenido una respuesta positiva.

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Asegura que al momento hay 600 estaciones de servicio que están trabajando por debajo del punto de equilibrio (120.000 galones de venta al mes). Rosero recuerda como desde junio del año pasado se les pidió que esperen 90 días, 30 días más, y en noviembre del año pasado ya fueron recibidos por el ministro Santos, quien los escuchó y les dio la razón en sus pedidos.

Sin embargo, el tema ha seguido demorando nuevamente en mandos medios. Rosero cuenta que últimamente una funcionaria se dio el trabajo de hacer nuevos cálculos sobre el punto de equilibrio, dejando de lado los resultados que ellos ya habían expuesto a las autoridades y que fueron aceptados por estas. Y que al final los cálculos de la funcionaria resultaron totalmente equivocados y mal hechos.

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Rosero comenta que el planteamiento del Gobierno ha sido que podrán incrementar el margen paralelamente al incremento de los precios, es decir cuando se focalicen los subsidios. Sin embargo, para Rosero el incremento de precios ya sucedió cuando hubo el sistema de bandas, por lo cual sí se podría proceder con el incremento sin necesidad de esperar a la focalización.

Para Rosero, antes del funcionamiento de las bandas el precio de la gasolina extra era de $ 1,48 y subió a $ 2,55 y luego bajó a $ 2,40 por efecto del paro indígena. Igualmente en el caso del diésel, pasó de $ 1,037 a $ 1,75. Estos incrementos representaron $ 1.755 millones al ahorro en subsidios. Dentro de este, hay $ 212 millones que es parte de la recaudación del IVA y que sí es ingreso “a la vena” del Estado. Los cinco centavos representan $ 106 millones al año.

Entre tanto, para Rosero la alternativa que piensa llevar adelante el Gobierno, con base en los acuerdos con los sectores indígenas, es muy difícil de cumplir y costosa. En cambio, hay alternativas que podrían resultar más prácticas como la entrega de una tarjeta de prepago a transportistas o a quienes hayan sido elegidos para el subsidio.

Además piden al Estado que asuma el costo del transporte como ya lo hace con la provincia de Morona Santiago. O bien que se elimine el subsidio que los distribuidores asumen en favor del consumidor y que en promedio representa 3 centavos por galón. Por ejemplo, una persona que pide “tanque lleno” y en promedio serán 10 galones x $ 2,40 por galón, paga $ 24. Si se incluye el transporte pagaría 3 centavos adicionales por 10 galones, es decir, 30 centavos más. “Es decir la factura total sería de $ 24,30, lo que no es representativo para el consumidor, pero para nosotros es la supervivencia. Esta decisión que es justa sí la puede tomar el Gobierno”, explica. (I)

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