La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó $ 534.600 al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Ecuador, para mejorar el acceso a agua segura en 30 comunidades indígenas de las parroquias rurales en la provincia de Chimborazo.

Ecuador es el segundo país con mayor índice de desnutrición crónica infantil (DCI) en América Latina. En el país, la desnutrición crónica es uno de los principales desafíos de salud pública y Chimborazo presenta la tasa más alta, alcanzando el 35,2 %.

En esta provincia cuatro de cada diez hogares con niños menores de 5 años consumen agua contaminada con la bacteria E. coli, aseguró Luz Ángela Melo, representante de Unicef Ecuador, y agregó que la falta de agua segura impide el desarrollo adecuado de niños y niñas, afectando directamente su nutrición, salud y capacidad de aprender.

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Se detalla que la donación servirá para mejorar la operación de diez sistemas comunitarios de suministro de agua. También mejorará el acceso a servicios de agua segura en cinco centros comunitarios de salud, doce centros de desarrollo infantil y dos centros interculturales para la promoción de la salud y nutrición de niños menores de 3 años y mujeres embarazadas.

Como parte de la estrategia para combatir la desnutrición crónica infantil, Unicef fortalecerá la coordinación local a través de mesas intersectoriales para que las mujeres embarazadas y niños menores de 2 años accedan a servicios esenciales de salud.

Con las familias y comunidades, Unicef promoverá la lactancia materna y prácticas adecuadas de alimentación e higiene; también trabajará en la prevención y el control de infecciones, así como en la gestión eficaz de los residuos sólidos, entre otras.

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La ceremonia de entrega se realizó el viernes 15 de marzo en las oficinas de la Iglesia de Jesucristo en Quito. (I)