A la 01:56 de este martes 23 de mayo, el volcán Cotopaxi emitió una nube de gases y ceniza que alcanzó los 1.000 metros sobre el nivel del cráter. Esta se dispersó por la fuerza del viento.

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG) alertó sobre este hecho vía redes sociales y manifestó que la columna podría tener una leve carga de ceniza, pero no afectó a ninguna población aledaña.

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El último informe del IG mostró un sobrevuelo realizado el pasado 17 de mayo sobre la cumbre del coloso. Allí se observaron las anomalías térmicas y las temperaturas en cada sector del cráter.

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Asimismo, manifestó que por primera vez en este periodo eruptivo, se evidenció el fondo de la cumbre, la cual presentó material incandescente, pero que al estar varios metros abajo no se corre el riesgo de un siniestro.

El IG añadió que la actividad del volcán es catalogada como moderada y presumen no sufrirá cambios en los días posteriores, a nivel interno y superficial.

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Lo que representa un riesgo para la entidad es la presencia de ceniza en el glaciar del coloso. De existir una capa gruesa en el hielo podría causar derretimiento en la mayor parte del nevado, pero sin afectar a las capas internas de hielo.

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Esto ocasionaría lahares secundarios que se situarían en las partes altas y superficiales del volcán, según especialistas vulcanólogos del IG. (I)