Desde la tarde del 26 de marzo, los moradores del barrio de Carapungo y Pomasqui se quejaron de fuertes olores que provenían de la quebrada. Este hedor se disipó paulatinamente después de dos días.

Fuertes olores en el ambiente se registraron en el norte de Quito

La alerta ciudadana llevó a que el Cuerpo de Bomberos Quito (CBQ) realizara varias actividades de control y monitoreo de la zona, en conjunto con varias secretarías, como la de Ambiente y Seguridad.

Se realizó un sobrevuelo con dron sobre el río Monjas, se inspeccionó la red de alcantarillado del sector y no se encontró ninguna anomalía.

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Mediciones de gases, tomas de muestras de agua del río para evaluar la toxicidad y determinar si existían sustancias químicas y qué tan nocivas eran. Los resultados analizados en laboratorio determinaron que en el río Monjas no se encontraron contaminantes tóxicos.

QUITO.- Uso del equipo de inspección televisiva ‘Robertx’ de la Empresa Metropolitana de Agua Potable- EPMAPS, en la red de alcantarillado del sector en referencia, con la finalidad de identificar alguna anomalía. Foto: Cortesía Municipio

Las autoridades no sabían qué había causado el olor insoportable esos tres días, hasta que después de unas semanas de inspección lograron detectar una fuente de descarga no autorizada, que la estaba haciendo un tanquero en la zona del río Monjas.

Actualmente se investiga al conductor del tanquero.

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Frente a estos indicios, la Secretaría de Ambiente está desarrollando una estrategia de intervención en el sector de Pomasqui y Mastodontes, en Carcelén.

Los operativos darán control y seguimiento de las actividades económicas para verificar si los tanqueros y transportistas del área de desechos cuentan con permiso ambiental. (I)