“Estoy en la Granados y allá está el chofer, y no me ve. Señor, sáqueme de aquí”, decía entre risas la mujer que se habría quedado dormida en una unidad de transporte municipal Ecovía. El bus estaba completamente vacío, había sido estacionado junto a otros automotores de la estación Río Coca, en el norte de Quito.