En el concurso para designar al titular de la Defensoría Pública, un hecho que ha causado suspicacias entre los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) es el posible conflicto de intereses en el que está inmerso un funcionario que fue parte del equipo técnico que revisa los requisitos de los postulantes y a su vez fue delegado a ser parte de la comisión ciudadana de selección que designará a esta autoridad.