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El manejo de la comunicación gubernamental ha sido una ‘falla’ que el presidente Guillermo Lasso reconoce

Expertos señalan que el problema está anclado a la falta de gestión del Gobierno y a una desconexión con la realidad del país.

Fotografía de archivo del presidente del Guillermo Lasso durante su discurso por la Independencia de Guayaquil, en octubre de 2022. Foto: cortesía Presidencia. Foto: Bolivar Parra

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La comunicación gubernamental es una de las debilidades del régimen. En los dos años de la administración de Guillermo Lasso, han pasado tres secretarios de Comunicación y un vocero presidencial.

El último en abandonar el cargo fue Andrés Seminario, quien renunció el lunes 3 de abril, luego de cinco meses en funciones. Su salida se produjo al día siguiente de que el presidente Lasso, en una entrevista en Ecuavisa, el domingo 2, reconoció que su Gobierno ha “fallado en la comunicación”.

Tras dimitir al cargo, Seminario cerró su cuenta de Twitter, la cual tenía como verificada. El último mensaje que publicó fue: “Gracias por la oportunidad de servirles, ecuatorianos y ecuatorianas”.

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Este Diario intentó contactarse con el exsecretario para conocer los motivos de su decisión. Sin embargo, el número telefónico al que normalmente contestaba también fue inhabilitado.

Seminario ingresó a Carondelet el 12 de octubre de 2022, en reemplazo de Leonardo Laso, que estuvo al frente de la Secretaría de Comunicación del 17 de junio al 11 de octubre del año pasado.

A su vez, Laso sustituyó a Eduardo Bonilla, quien comandó la comunicación oficial desde que Guillermo Lasso, asumió la presidencia en mayo de 2021.

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Por otro lado, Carlos Jijón fue vocero oficial del Gobierno Nacional entre octubre de 2021 y marzo de 2022. Su cargo fue creado para “brindar respuestas ágiles e inmediatas a la ciudadanía y a los medios de comunicación sobre asuntos coyunturales, decisiones gubernamentales y temas de alto interés para el país”, según un comunicado de la época. Hasta ahora, Jijón ha sido el único en ejercer esa función.

Ahora la batuta de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia (Segcom) la toma la abogada y consultora en comunicación política, Wendy Reyes, que será posesionada en el cargo la mañana de este miércoles 5 de abril.

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La nueva funcionaria tendrá el reto de levantar la desgastada imagen del Gobierno, considerando que el jefe de Estado comentó durante la entrevista del domingo: “sí hay algo que critican a mi Gobierno, y en esto tienen razón, es que hemos fallado en la comunicación”.

‘Estoy siendo víctima de este perverso proceso, el intento de asesinar mi reputación’, dice el presidente Guillermo Lasso sobre el juicio político

Analistas consultados por este Diario coinciden en que el problema no necesariamente está relacionado en quién lidera la Segcom, sino que los obstáculos están en la falta de gestión de obras y servicios para la población desde el Ejecutivo. El jefe de Estado no goza de buenos niveles de aceptación en la población debido a la inseguridad, falta de empleo, deterioro de los servicios públicos, entre otros factores.

La popularidad del presidente es baja. Un reporte de Perfiles de Opinión, publicado en marzo de 2023, revela que el 52,17 % de personas consultadas calificaron de mala a la gestión de Guillermo Lasso y el 33,29 % la considera muy mala; a penas el 12,33 % cree que es buena.

Atrás quedó la alta aceptación que tuvo Lasso en sus primeras semanas, empujado por el rápido avance de la vacunación contra el COVID-19, cuando llegó inclusive a superar el 70 % de aprobación en agosto del 2021, según Cedatos.

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Un informe del Observatorio de Gasto Público recoge que para 2023, la Presidencia prevé gastar alrededor de $ 7,1 millones en publicidad, producción audiovisual, pauta y estrategias para la difusión mediática de las actividades del Gobierno Nacional y de los mensajes del primer mandatario. Esto equivale a un 21,6 % del presupuesto anual codificado de esta entidad o también al 51 % del presupuesto previsto para el pago de las remuneraciones de los 555 funcionarios en la nómina de esa institución, según sus registros presupuestarios al cierre de enero 2023.

Entre enero y diciembre de 2022 se registran egresos por $ 4,1 millones en publicidad, producción audiovisual y organización de eventos oficiales. El rubro más significativo es el de Difusión Información y Publicidad por $ 2,8 millones, señala el Observatorio.

Pedro Donoso, director de la consultora de comunicación y análisis político ICARE, comentó que la comunicación “es un proceso de alquimia” en el que se pueden transformar las cosas, dependiendo de la materia prima que se tenga. Los inconvenientes surgen cuando “no hay qué comunicar”, comentó.

En ese contexto, citó cifras recogidas por el Observatorio de Gasto Público acerca de la ejecución presupuestaria de las 26 entidades adscritas al Ejecutivo, incluidas la Presidencia y la Vicepresidencia de la República, al cierre del primer semestre de 2022. De acuerdo con esos datos, los ministerios de Vivienda; Energía y Recursos Naturales No Renovables; y la Secretaría de Pueblos y Nacionalidades habían devengado menos del 10 % de su presupuesto anual.

El presidente de la República, Guillermo Lasso, se dirigió a los ecuatorianos la noche de este 30 de marzo mediante cadena nacional, tras la resolución de la Corte Constitucional respecto al juicio político en su contra. Foto: cortesía Presidencia.

“Si no hay gestión, es ilógico culpar a la comunicación”, reiteró Donoso y añadió que además el Gobierno no refleja una conexión con la realidad nacional, que no existe capacidad de leer el contexto político y de tener procesos de levantamiento de datos.

Otro error que advirtió es que “el presidente es un vocero indisciplinado” que no transmite los mensajes que corresponden al momento. “En lugar de desmitificar, crean más mitos”, analizó el director de Icare, poniendo como ejemplo aquella vez que el presidente, durante una visita a EE.UU. por temas comerciales, insinuó que buscaría la reelección, de lo cual se desdijo días después.

También reconoció equivocaciones en la planificación y ejecución de los actos de comunicación, como la cadena nacional del 30 de marzo donde el presidente, rodeado de varias personas, se refirió al juicio político en su contra y manifestó que se intenta “asesinar su reputación”.

Aquella frase desencajó con la situación de violencia que ese día el país experimentó, nuevamente, a manos de la delincuencia, reflexionó Marianella Valdez, asesora de comunicación política.

Más temprano, un guardia de seguridad de una joyería pasó horas de terror luego de que varios antisociales adhirieron explosivos a su cuerpo. “Y no se refirió absolutamente a nada de eso, más le preocupaba el asesinato a su reputación, cuando el asesinato de carne y hueso se lo vive en la calle”, criticó Valdez.

La fallas están en distanciarse de la realidad, convertir a Lasso en prácticamente el único vocero del Gobierno y las contradicciones en las que ha caído el mandatario en reiteradas ocasiones, añadió la experta.

Jacobo García, consultor político, añadió que no puede haber comunicación si además desde el Ejecutivo tampoco hay liderazgo y no se cuenta con el apoyo de un grupo político fuerte, cualquiera sea su vertiente ideológica.

El mal juicio de Lasso: navegando entre el asesinato de su reputación y la inseguridad en las calles

“Al no haber estos elementos detrás lo único que habrá son cortocircuitos, reclamos y finalmente desgaste tanto de la persona a cargo (de la comunicación gubernamental) como del propio Gobierno o presidente”, describió García.

Lasso reclama que no se difunden sus obras y manifiesta que se asignan millonarios recursos para atender, por ejemplo, al sector social, pero la sola difusión de los datos no sirve de nada si detrás no hay un significado que cómo le beneficia eso a las personas, cómo se resuelven sus problemas, dijo el consultor.

Primero tiene que haber una estrategia y esta tiene que ir alineada al rumbo a donde un gobernante quiere ir, al no haber eso ya se generan problemas, opinó. “Se puede poner al mayor genio a comunicar, pero no se puede tapar la realidad, porque la gente la vive”, concluyó García, no obstante señaló que han habido algunos aciertos cuando se ha comunicado temas relacionados con las acciones de seguridad.

Los tres analistas concuerdan que si la gestión sigue estancada, cualquier intento por levantar la imagen del presidente no tendrá mayor efecto.

Además está el desafío de articular en una misma estrategia de comunicación a todas las autoridades e instituciones. Para ello, se requiere que los funcionarios, incluidos el presidente, escuchen a quien está al frente de la Segcom. (I)


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