A las 16:00 de este miércoles 12 de junio, el juez de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) Felipe Córdova dará a conocer su decisión respecto a la demanda de recusación que plantea la defensa del líder correísta Jorge Glas contra el conjuez temporal Julio César Inga, magistrado que tiene a cargo el caso Reconstrucción de Manabí y en el que se procesa a nueve personas por el delito de peculado.

La suspensión se dio la mañana de este miércoles, luego que en la reinstalación de la diligencia se escuchó el testimonio de José Erazo, teniente de Policía que realizó el parte de detención de Glas en la Embajada de México, en el norte de Quito, durante la incursión que se realizó el 5 de abril pasado, ante las órdenes de ubicación y captura que existían contra el exbinomio presidencial de Rafael Correa.

El testimonio del oficial fue solicitado por la defensa de Glas, quien se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, y fue escuchado en el segundo día de audiencia de recusación, es decir, este miércoles 12 de junio.

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Corte Nacional resuelve que detención de Jorge Glas no fue ilegal y arbitraria

En el alegato de cierre, la defensa del exvicepresidente Glas, Andrés Villegas, insistió en que el juez Inga debe ser separado del proceso penal denominado Reconstrucción de Manabí, porque el magistrado temporal ha incurrido en la causal de enemistad manifiesta, definida en el numeral 8, del artículo 572 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

En cambio, el abogado del conjuez Inga, Richard Villagómez, pidió que se declare sin lugar la pretensión del accionante, principalmente porque el magistrado lo que hizo, dijo, es cumplir con la normativa vigente y además porque las pruebas evacuadas en audiencia, incluido testimonio del teniente José Erazo, no habrían llevado a evidenciar la causal por la que se pide la recusación: la enemistad manifiesta.

“Lo que debería valorarse, en el alegato de cierre, es lo expuesto por el teniente (José) Erazo, que ha sido llamado en calidad de testigo y que en lo principal (...) no ha acreditado la categoría jurídica invocada como fundamento de la causal de recusación. Esto es que existe enemistad manifiesta entre el solicitante Jorge Glass y el juez Julio César Inga. Todos los hechos que ha declarado el señor teniente de Policía tienen que ver con el procedimiento policial efectuado sobre el cumplimiento de la orden de aprehensión dictada por autoridad competente en contra del justiciable. De modo tal que se trata de prueba impertinente en relación con el objeto de la petita (petición) y el objeto de la litis (el litigio), que es justificar (...) la causal invocada, hecho que no ha sucedido”, explicó Villagómez.

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El exvicepresidente Jorge Glas fue detenido al interior de la Embajada de Mexico, en Quito, el 5 de abril pasado. Sobre él pesaban dos órdenes de detención dentro del caso Reconstrucción de Manabí y para que cumpla lo que le restaba de una pena unificada de ocho años por dos casos de corrupción.

Vía telemática, desde la cárcel La Roca, es como el exvicepresidente participó de la diligencia. Incluso Glas realizó varias consultas al testigo, pese a que la gran mayoría de estas fueron rechazadas por estar mal formuladas respecto a la examinación que se hacía. Finalmente su defensa fue la que tomó la dirección del interrogatorio.

Pese a ello, Glas solicitó ser escuchado en audiencia y el juez Córdova lo aceptó como parte de lo que se conoce como derecho de última palabra. Previo a ello, el magistrado le recordó al exvicepresidente que esta es una audiencia en la que se analiza una recusación por una presunta falta de imparcialidad por parte de un juez y sobre eso es que deberían girar sus pronunciamientos.

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Glas asegura que los equipos incautados son de la Embajada de México

Según Glas, la enemistad manifiesta en este caso significa amistad manifiesta con la Fiscalía para perjudicar. Le aseguró a Córdova que lo que él únicamente busca con esta recusación es tener en el caso Reconstrucción de Manabí a un juez justo en derecho e insistió en que él es víctima de una “conjura política”, de una persecución y difamaciones parecidas a las que el juez Córdova estar enfermando, sin profundizar en detalles.

“En este momento se ha cometido el grave delito de perjurio. Se ha pretendido ver la cara de tontos (...) a los abogados aquí presentes. El mundo entero, hasta en China, conoce los hechos de mi secuestro en la Embajada de México. No puede aquí argumentar una persona que no sabía. Segundo, esposado como yo estaba, cargado como una vaca por parte de unos ocho miembros del GIR, ¿dónde tenía yo, señor magistrado, dos celulares y una tablet? ¿En pijama? ¿En la boca? ¿A dónde yo podía haber tenido estos dispositivos electrónicos?”, sostenía Glas respecto al testimonio del teniente Erazo.

El exvicepresidente sostiene para fundamentar la supuesta enemistad manifiesta que el conjuez Julio César Inga conocía de todos los pormenores de lo que Glas llama una ilegal y violenta detención realizada en el interior de la Embajada de México, en Quito, y pese a ello no hizo un mínimo control de legalidad para dar paso a que se pericien dos teléfonos celulares y una tablet que, a decir de las autoridades policiales, habría sido encontradas en poder del líder correísta.

Jorge Glas aseguró ante el juez Felipe Córdova que los dos teléfonos y una tablet incautados no son de su propiedad, sino de la Embajada de México. Hace pocos días, en segunda instancia en la Corte Nacional de Justicia, un Tribunal resolvió que la detención del exsegundo mandatario no fue ni ilegal, ni arbitraria.

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Tribunal de Manabí ratifica en segunda instancia condena de un año de cárcel contra exjuez Banny Molina, procesado por usurpación y simulación de funciones

“Queda claro que el juez Inga conoce que aquí hay una mentira, que hay una ilegalidad, porque él primero conoce que yo fui detenido, secuestrado en realidad, ilegalmente en una embajada, en este caso de Estados Unidos Mexicanos. Conoce además que fueron a tirarme a Flagrancia y que cogieron teléfonos y otros bienes de la Embajada (de México) que no aparecen, parece que alguien se los llevó, que se los llevaron y los entregaron en Flagrancia un policía, un agente del GIR, porque yo estaba esposado y cargado, y es imposible, señor magistrado, por elemental lógica, que una persona esposada, en pijama, tenga encima dos teléfonos y una tablet. ¿A dónde?”, insistió Glas en su intervención.

Inmediatamente terminó la exposición de Jorge Glas, el juez suspendió la diligencia no solo porque debía analizar los elementos entregados en la recusación, sino también porque tenía otra diligencia por instalar. Los mismos sujetos procesales fueron convocados para las 16:00 de este mismo miércoles para asistir, de forma presencial o vía telemática, a la reinstalación de la diligencia. (I)