Prelibertad de Jorge Glas, en manos de una jueza penitenciaria de Quito; este martes se realizará la audiencia

A un año de ser beneficiado por una “libertad provisional” ordenada como parte de unas medidas cautelares autónomas, el exvicepresidente Jorge Glas es convocado a una audiencia en la que se analizará el recurso de prelibertad que exige al haber cumplido más del 40 % de la pena de ocho años de cárcel que mantiene vigente, luego que se le definió una pena única.

Desde las 15:00 de este martes 19 de diciembre, la jueza de Garantías Penitenciarias Melissa Muñoz conocerá la argumentación que tiene la defensa de Glas para sustentar su pedido y el informe administrativo de funcionarios del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI). Ambas partes ya habrían sido notificadas de la audiencia presencial a la que convoca Muñoz en una de las salas de la Unidad Judicial Norte, en Quito.

Desde el domingo 17 de diciembre último, Glas se encuentra en la Embajada de México, en Quito, donde mantendría la calidad de huésped. El líder del correísmo habría expresado para su ingreso a las autoridades mexicanas que tenía temor por su seguridad y libertad personal y que por ello pedía ser recibido en esa delegación diplomática.

El exvicepresidente Jorge Glas tiene vía libre para solicitar la prelibertad desde diciembre de 2020

Jorge Glas tomó esa decisión una vez que conoció el requerimiento hecho al comandante de la Policía Nacional, general César Zapata, por la fiscal general, Diana Salazar, para que se detenga a Glas y sin esposas y sin esposar sea llevado a la Fiscalía del Fuero de Corte Nacional, en el norte de la capital, para la práctica de varias diligencias investigativas dentro del caso por peculado generado por supuestas irregularidades en el contrato para la construcción de la vía Manta-Colisa, como parte del proceso de reconstrucción de Manabí, luego del terremoto ocurrido en abril de 2016.

Dentro del caso Reconstrucción de Manabí, el juez de la Corte Nacional de Justicia Luis Rivera solicitó a la Asamblea Nacional que se pronuncie sobre si se puede o no procesar penalmente al exvicepresidente. Desde hace varias semanas el pedido está en el Legislativo y no existe ningún pronunciamiento.

El excompañero de fórmula presidencial de Rafael Correa está desde el 28 de noviembre pasado fuera de la cárcel. De la denominada Cárcel 4 salió bajo “libertad provisional”, debido a medidas cautelares autónomas acogidas por el juez constitucional de Santo Domingo de los Tsáchilas Émerson Curipallo, quien al momento es uno de los 31 procesados por delincuencia organizada en el caso Metástasis.

El exvicepresidente y hombre fuerte de los sectores estratégicos mantenía dos penas en firme: seis años de prisión por una asociación ilícita relacionada con el caso Odebrecht y ocho años de cárcel por un cohecho atado al caso Sobornos 2012-2016. Esa realidad cambió tras una audiencia de pena única, en la que se le determinó que debía cumplir una sentencia de ocho años por los dos hechos de corrupción en los que participó.

Como parte de la “libertad provisional” el ingeniero de profesión debía presentarse en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, y tenía prohibido salir del país. La presentación periódica se reformó a mediados de abril pasado, debido a la situación de violencia e inseguridad que existe en la Penitenciaría del Litoral. En su lugar se le dispuso que Glas deje de presentarse una vez por semana en ese CPL y en su lugar lo haga ante un juez de Garantías Penitenciarias de Guayaquil.

La defensa de Glas ha estado a la espera de que se tramite su pedido de prelibertad, beneficio penitenciario al que podría acceder por el tiempo cumplido de la condena, pero también ha aprovechado para plantear un recurso de “rebaja de pena por ley más benigna”. En esa causa el juez de la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Guayaquil (Guayas) Manuel Lima decidió inhibirse de conocer el recurso propuesto por Glas, el 5 de julio pasado.

Luego, la jueza de Garantías Penitenciarias de Pichincha Soledad Manosalvas declaró “no ha lugar” por “improcedente” el pedido hecho por el exvicepresidente Glas para que se analice una solicitud de prelibertad a su favor. El planteamiento fue hecho el 1 de septiembre pasado y descartado cuatro días después.

Jorge Glas empieza a mirar a la prelibertad como el mecanismo para completar fuera de la cárcel lo que le resta de los ocho años de pena única

“No ha lugar lo requerido por ser improcedente al estado procesal de la presente causa. Una vez que el centro carcelario consigne a este despacho la documentación correspondiente conforme a las disposiciones establecidas (...) se atenderá lo que en derecho corresponda, por cuanto el peticionario y su defensa técnica ajuste sus actuaciones procesales de conformidad a las disposiciones emitidas en la presente causa y la normativa legal vigente, a fin de velar por la seguridad jurídica y el debido proceso”, señala la providencia emitida por Manosalvas.

Inicialmente la audiencia estaba definida para el 12 de diciembre, pero se difirió a pedido de la defensa del exvicepresidente.

Para la defensa de Glas, es lógico que se piense en la prelibertad, pues consideran que el exvicepresidente debió haber recibido ese beneficio en diciembre de 2020. El 2 de octubre de 2017 Jorge Glas ingresó a la Cárcel 4, de Quito, luego de entregarse a la justicia dentro del caso Odebrecht. Algo más de cinco años se mantuvo privado de la libertad.

La jueza penitenciaria deberá resolver si Jorge Glas debe acceder al beneficio penitenciario de prelibertad definido en el ya derogado Código Penal (CP), en el cual se necesita el cumplimiento de al menos el 40 % de la pena. (I)