A menos de una semana del cambio de mando, la Presidencia de Guillermo Lasso inició la búsqueda de un proveedor de tecnología que le brinde una solución informática para prevenir la “fuga de información” en el Palacio de Carondelet.

Es muy importante prevenir la fuga de información dentro de la propia institución, de forma activa y sin perder o afectar la productividad”, señalan los informes que justifican la adquisición de la herramienta DLP (data loss prevention), que “es capaz de comprobar y monitorear la red institucional antes de que se produzca la fuga de información; y, una vez que esta ha sido detectada, emitir alertas al usuario para que tenga conocimiento del incidente informático”.

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La búsqueda del proveedor se publicó la noche del pasado miércoles, 15 de noviembre; cuenta con un presupuesto fijado en $ 45.000 y tendrá un plazo de ejecución de 365 días. El proceso se encuentra en la etapa de preguntas y aclaraciones, y es considerado para la Presidencia como “una necesidad imperante y estratégica”.

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La plataforma DLP observa en tiempo real las acciones generadas por los usuarios, coadyuvando a que no se propague o extraiga información catalogada como confidencial de la red institucional”, mencionan los documentos, en los cuales se detalla que con el programa informático se podrán aplicar políticas a ciertos usuarios, grupos o a toda la institución. “La plataforma tiene un control total de todas las acciones que realizan los usuarios en la red sobre la documentación generada en la institución”.

El proceso de esta contratación se publicó un día después de que, el martes 14 de noviembre, el presidente entrante, Daniel Noboa, pidiera al Gobierno saliente “que desista de cualquier nombramiento o contrato de última hora”. “Todo lo que se ejecute o realice en esta etapa de transición de manera inconsulta será revisado, investigado y examinado”, advirtió Noboa.

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Una hora después, ese mismo día, Lasso le respondió: “Mi Gobierno no realiza gestiones de última hora. Gobierna y lo hará hasta el último minuto en que estará en funciones”.

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Las discrepancias se manifestaron en redes sociales y se concentraron en la designación del nuevo superintendente de Datos, cuya terna para la elección la envió Lasso el 23 de octubre.

La contratación de la herramienta para evitar la fuga de información, según las fechas establecidas en el proceso, tiene previsto adjudicarse el próximo 15 de diciembre, por lo que la selección del proveedor y la firma del contrato le corresponderá al nuevo mandatario Daniel Noboa. (I)