Pese al anuncio del plan de seguridad para planteles aún los padres no ven el resguardo para estudiantes de Nueva Prosperina

Aunque el el coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Nueva Prosperina, anunció que 165 planteles de su sector iban a contar con resguardo policial a la entrada y salida de clases, la presencia policial aún no es visible.

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La propuesta era además que cuatro colegios ubicados en zonas críticas tendrían seguridad durante toda la jornada.

Un equipo periodístico de este Diario acudió al colegio Tránsito Amaguaña (en Balerio Estacio), uno de los planteles priorizados y donde el miércoles incluso se registró un asesinato a unos 100 metros de la entrada.

En el lugar a las 10:00, cuando los alumnos salían, no había presencial policial, ni al pie del establecimiento ni cuadras a la redonda.

Miles de alumnos salían y caminaban a sus casas acompañados de unos cuantos padres que preocupados por la inseguridad acuden a esperar a sus niños en la puerta. Son más de 3.000 alumnos de primaria y secundaria.

Ellos aseguraron no haber visto a ningún uniformado desde que arrancó el año lectivo y piden que vayan porque en la esquinas se paran ladrones y consumidores.

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Cerca de ahí está el colegio Eugenio Espejo, otro de los priorizados. Este jueves inició clases las jornada matutina, los jóvenes salieron antes de las 10:30 y tampoco había seguridad ahí cuando los estudiantes caminan a tomar buses o varias cuadras a sus casas.

En el colegio Rumiñahui, ubicado atrás del cementerio de El Fortín, tampoco habían policías cuando los 2.500 estudiantes salían cerca de las 11:00.

Carlos Cedeño, presidente del Comité de Padres de Familia, fue a recoger a sus dos hijas. Él dijo que no solo necesitan a policías, sino también a vigilantes, pues el colegio está en la calle principal y pasan vehículos y tricimotos a toda velocidad.

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Mencionó además que el año pasado se detuvo en la zona a una mujer que se llevó a un niño y que horas después fue liberada porque supuestamente tenía problemas mentales. Esos casos mantienen en en alerta a los representantes de los menores.

En la escuela Guadalupe Larriva, ubicada en la cooperativa Cordillera del Cóndor, los padres confirmaron que tampoco hay resguardo y piden presencia de agentes de tránsito porque la escuela está en una calle principal y en lo alto de una loma.

Mientras el equipo de este Diario terminaba el recorrido avanzó hasta una gasolinera ubicada en la vía Perimetral, junto a un mall. Ahí habían nueve motos policiales estacionadas y al menos 16 uniformados permanecían en el minimarket de la estación de combustible.

Al ser fotografiados salieron, reclamaron y amenazaron al equipo con tomar acciones legales. Incluso trataron de abrir a la fuerza las puertas de la camioneta hasta que fotografiaron las credenciales del equipo periodístico y le permitieron retirarse.

Dijeron que supuestamente estaban tanqueando en la gasolinera.

A las 09:30 de este jueves, el coronel Santamaría había indicado que unos 200 policías de Nueva Prosperina iban a ser parte de este plan de seguridad para el noroeste de Guayaquil. Los padres esperan que el plan se concrete lo más pronto posible.

En otros sectores de Guayaquil la seguridad en los planteles no solo está a cargo de los policías, sino también de los agentes metropolitanos. Eso ocurre en 30 unidades educativas del norte, centro y sur de la ciudad.

Jaime Dávalos, director del Cuerpo de Agentes Metropolitanos, dijo este jueves que 64 de sus hombres están asignados a esta tarea. Permanecen de 06:30 a 8:00, luego regresan de 12:00 14:00 y desde las 18:00 hasta las 20:00 se quedan afuera de los colegios cuando la jornada vespertina termina. Hay una camioneta que recorre los colegios supervisando que esté ahí, dijo.

Él aclaró que ellos no cubren el noroeste de Guayaquil porque no cuentan con ningún tipo de arma, ni siquiera no letal y que sería peligroso que estén los agentes en zonas críticas donde no van a poder protegerse ni proteger a los estudiantes.

Dávalos dijo también que en colegios como el Técnico Simón Bolívar los metropolitanos permanecen toda la jornada porque los vendedores van durante el recreo e intentan vender a través de las rejas que dan a la avenida de Las Américas. (I)