Porque no se prepara cristianamente el acontecimiento del nacimiento de Dios, todo se concentra en salir a realizar más proyectos de trabajo y ganar más, las compras, las fiestas, las comidas, realizar agasajos, cambios de regalos; salir a comprar focos, árboles, etcétera para poner en toda la casa; salir a la peluquería, salir a comprarse ternos, vestidos, comprar años viejos, comprar fundas de camaretas... Por eso el tiempo no alcanza, el tráfico en las calles es un caos, todos están estresados, deprimidos y por tanto tienen que emborracharse, alegrar el corazón con bailes. Los ciudadanos están en diciembre con el tiempo justo, no se alcanzan para hacer todo, contestan mal, manejan rápido, chocan, etcétera. Por eso no pensamos, nos enfermamos, sufrimos accidentes, causamos problemas, nos peleamos con la cajera, con la pareja, con el hermano, con el compañero, etcétera. Evitemos el materialismo acercándonos a Dios, para tener paz.(O)
Emilia Parra,
Guayaquil
Hay que aprender a actuar con gran prudencia, ya que debemos pensar y planificar todos y cada uno de los asuntos que debamos enfrentar. Tenemos que aprender a pensar un poco más detenidamente antes de actuar, examinando los problemas y peligros en que podríamos vernos involucrados o a los que estaríamos expuestos. De esta forma estamos previniendo cualquier clase de accidente que pueda suscitarse, ya sea por descuido, olvido o precipitación; pues hay que actuar con relativa calma para lograr seguridad en toda circunstancia, lugar y tiempo, y más aún en estos feriados de Navidad y fin de año que nos alborota a todos, chicos y grandes, y nos obligan a actuar con rapidez.(O)
José Ernesto Ortoneda Sánchez,
Bahía de Caráquez, Manabí
Organizar con tiempo las visitas a familiares, enfermos, personas pobres; organizar dónde y con quién pasarán la Navidad y el fin del año; no manejar en carretera por la noche; no ir a lugares donde existen aglomeraciones de personas; comer y no ir a extremos de dañarse el estómago; no consumir alcohol y manejar en ese estado etílico; no tener petardos y otros parecidos, y menos dar estos objetos a niños; no guardar en el carro ni en la casa, camaretas porque pueden explotar con el calor. Estos feriados se pueden pasar en casa tranquilos, en calma, orar, escuchar y cantar villancicos.(O)
Sabrina López,
Playas, Guayas