La influencia del libro sobre la mente humana viene reconociéndose desde los tiempos más remotos. Con elocuencia y sabiduría el mundo clásico comentó la virtud suprema de los libros ‘remedios del alma’ fue el acertado título que lució en el Egipto de los faraones, en una de su biblioteca más antigua.

Se considera que el libro posee también una acción positiva sobre el organismo humano, merced a su poderosa influencia sobre el sistema nervioso; tiene la facultad de templar, alegrar y abstraer. Leer es soñar, es trasladarse a otros mundos más animados y coloridos, por ello la lectura en el hogar se considera un elemento esencial para la formación del futuro hombre ilustrado. El 23 de abril, el próximo viernes, Día Internacional del Libro, celebraremos que el libro es parte de la historia cultural del ser humano. (O)

Matilde Altamirano Silva, licenciada en Bibliotecología, Quito