Un jubilado acudió al hospital Carlos Andrade Marín con varices reventadas. No hubo médico especialista. Pagó para salvarse $ 7.000 en una clínica privada. El Gobierno, que debe alrededor de 10.000 millones de dólares al IESS, ha enviado a la Corte Constitucional, por considerarla “inconveniente”, la reforma aprobada por unanimidad en la Asamblea el pasado marzo. A la madurez política que ha ganado el pueblo ecuatoriano, que ya no vota según le “aconsejen”, hay que sumar que afiliados y jubilados no “comen cuento”. Se necesita mayoría de trabajadores en el Consejo Directivo del IESS para intentar rescatar, desde el interés de los directamente afectados, a esta institución. Los fondos del IESS no son sustentables.

La seguridad social en Ecuador

El sector privado, que ha dirigido directa o indirectamente, desde siempre, como delegado del Ejecutivo, está quebrando al IESS. ¿Qué más inconstitucional que intentar proscribir el derecho a no tener miedo a enfermarse o, peor aún, a envejecer en Ecuador? (O)

Diego Fabián Valdivieso Anda, economista, Quito