Según el VIII Censo de Población y VII de Vivienda de Ecuador, en el país el 51,3 % son mujeres, lo que representa una dinámica cambiante en la sociedad ecuatoriana. Pregunto, ¿se ha considerado esta dinámica para romper las brechas de género existentes?, porque a pesar de los avances en materia legal la brecha de género aumentó al 73,7 %, según datos de macro.com; este índice que mide la desigualdad de género en la participación en la economía y el mundo laboral cualificado, en política, acceso a la educación y esperanza de vida.

Las brechas sociales de la ruralidad

¿Existen programas de contención y prevención? ¿Hasta cuándo tenemos que esperar? En la actualidad se sigue evidenciando una mayor desigualdad económica. Las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo o trabajo de igual valor, lo que resulta en una distribución desigual de los recursos económicos. Esto conlleva a una mayor pobreza entre las mujeres y sus familias, así como a una menor acumulación de riqueza y capital humano. Así también, se ven limitadas las oportunidades de desarrollo profesional y personal para las mujeres. La discriminación de género en el empleo, la falta de acceso a oportunidades de educación y capacitación, y la segregación ocupacional impide que las mujeres alcancen su pleno potencial y avancen en sus carreras.

Abordar estas brechas de manera efectiva (...) es fundamental para promover la igualdad de género y el desarrollo sostenible...

Las brechas de género no solo causan un impacto negativo en la salud y el bienestar de las mujeres, sino que también la carga desproporcionada de trabajo no remunerado y la violencia causan deterioros graves en la salud física y mental entre las mujeres. Perpetúan la desigualdad intergeneracional al afectar las oportunidades y el acceso a recursos para las generaciones futuras. Por ejemplo, si las mujeres tienen menos acceso a la educación, a la cultura y al empleo es más probable que sus hijos también enfrenten desventajas similares en el futuro.

Resistencias de las mujeres negras en Esmeraldas

Estas brechas obstaculizan el crecimiento económico y el desarrollo social al limitar la participación plena y equitativa de las mujeres en la economía y la sociedad en general. La subutilización del talento y el potencial de las mujeres puede frenar la innovación y la productividad, y limitar el progreso hacia sociedades más igualitarias y sostenibles. Además, de que influyen en las normas sociales y culturales que perpetúan roles de género tradicionales y estereotipos, lo que limita la libertad y autonomía de las personas, especialmente de las mujeres. Además, contribuyen a la violencia de género y a la discriminación en diferentes aspectos de la vida cotidiana, como en el acceso a servicios de salud, la participación en actividades comunitarias y el acceso a recursos y oportunidades.

Considero que las autoridades deben responder por el incremento de los índices de las brechas de género, ya que estas tienen consecuencias negativas profundas y generalizadas que afectan no solo a las personas directamente involucradas, sino también a la sociedad en su conjunto. Abordar estas brechas de manera efectiva y de manera multidimensional es fundamental para promover la igualdad de género y el desarrollo sostenible de nuestra sociedad que cada día se aleja más. (O)