La Constitución de Montecristi tiene una zona muerta, donde no existen ruidos ni personas, nadie la explora, está ahí, pero con la luz apagada, no hay quienes quieran afrontar la idea de resucitarla.

La Constitución del ‘buen vivir’ cumple quince años este 28 de octubre, ¿se ha materializado este concepto en la vida diaria de los ecuatorianos?

Los constituyentes al escribir esta zona muerta tomaron una parte de la Constitución española, que establece en el artículo 143 que las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes podrán acceder a su autogobierno y constituirse en comunidades autónomas. En nuestra Constitución, estilo copy-paste, el artículo 244 establece: “Dos o más provincias con continuidad territorial, superficie regional mayor a veinte mil kilómetros cuadrados y un número de habitantes que en conjunto sea superior al cinco por ciento de la población nacional, formarán regiones autónomas de acuerdo con la ley. Se procurará el equilibrio interregional, la afinidad histórica y cultural…”.

Como vemos, el texto es casi igual como igual también es el procedimiento para formar las regiones en España como en Ecuador: un proyecto de ley de regionalización que propondrá el estatuto de la nueva región que deberá ser aprobado por la Asamblea Nacional; luego deberá ser revisado por la Corte Constitucional, quien emitirá un dictamen de la conformidad del estatuto con la Constitución, para finalmente pasar a consulta popular en las provincias que formarían la región, para que se pronuncien sobre el estatuto regional (art. 245 Constitución).

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De acuerdo al artículo 246 de la Carta Magna, el estatuto aprobado será la norma institucional básica de la región y establecerá su denominación, símbolos, principios, instituciones del gobierno regional y su sede, así como la identificación de los bienes, rentas, recursos propios y la enumeración de las competencias que inicialmente asumir, es decir, de las que no son de ejercicio exclusivo del Gobierno central.

¿Por qué en España todas las provincias formaron una Comunidad Autonómica (llamada Región en la Constitución ecuatoriana) y en Ecuador ninguna provincia ha intentado siquiera explorar dicha posibilidad? La respuesta es que en el ejercicio del copy-paste varió en la parte más importante: mientras que en España las comunidades pueden asumir prácticamente todas las competencias del Gobierno central (obras públicas, salud, educación, puertos, aeropuertos, medioambiente, recursos naturales, desarrollo económico, agricultura, ganadería, cultura, carreteras, vivienda, ordenamiento territorial, vigilancia y protección urbana, entre muchas otras), en Ecuador son de risa las competencias que podría asumir una región (gestionar cuencas hidrográficas, control del tránsito, dar personalidad jurídica a organizaciones sociales, política alimentaria, gestionar actividades económicas, entre otras similares). El cambio de modelo de Estado en España (territorio-competencias-dinero) funcionó, en Ecuador se impone un cambio de modelo en el que cada región tenga su autonomía para explotar sus potencialidades geográficas y las diversidades, basta para ello una reforma constitucional modificando el régimen de competencias. ¿Qué futuro candidato tendrá la valentía de plantearlo? Veremos. (O)