El sector exportador ecuatoriano ha avanzado en sostenibilidad social, ambiental y laboral, consolidándose como un pilar clave de la economía. Para mantener su competitividad en mercados exigentes como el europeo, es fundamental abordar los desafíos regulatorios, económicos y de seguridad, garantizando coherencia, homologación de procesos y corresponsabilidad en toda la cadena de valor.
El comercio de productos, como el banano, es crucial para Ecuador, representando el 66 % de las exportaciones en contenedores, de los cuales el 29,03 % se destina a la Unión Europea (UE).
La hoja de ruta de la Comisión Europea para la política agrícola y alimentaria hasta 2040 destaca prioridades como atraer nuevas generaciones a la agricultura, equilibrar la cadena de suministro, incentivar la sostenibilidad y reducir la dependencia de importaciones. Estas iniciativas deben acompañarse de medidas que aseguren un comercio justo para los exportadores.
La duplicidad de certificaciones en Europa genera sobrecostos que afectan la competitividad del sector bananero. Se necesita armonización de certificaciones y reconocimiento mutuo de auditorías para optimizar procesos. Además, la falta de reconocimiento de los esfuerzos en sostenibilidad y la presión por precios bajos de los supermercados han provocado una pérdida del 20 % en el valor del banano en los últimos 15 años. Es necesario impulsar la responsabilidad compartida para garantizar precios justos y sostenibilidad.
Las normativas europeas, como la Directiva de Diligencia Debida y el Reglamento de Deforestación, incrementan los costos sin considerar el impacto en los países exportadores. Las exigencias estéticas fomentan el desperdicio alimentario, lo que contradice los principios de sostenibilidad de la Unión Europea. Se necesita cooperación para equilibrar regulaciones y viabilidad económica.
El narcotráfico sigue siendo un reto para el comercio ecuatoriano, dado que Ecuador actúa como un punto de tránsito clave hacia Europa. Aun así, los grandes esfuerzos público-privados han dado buenos resultados: la incautación de droga se redujo en Amberes, Bélgica, uno de los puertos principales en la Unión Europea, pasando de 121 toneladas en 2023 a 44 toneladas en 2024. Para lograr una menor contaminación de drogas en los contenedores de banano, el sector hace fuertes inversiones en seguridad, pero el desafío continúa. Por eso es necesaria una acción conjunta con Europa para abordar el consumo de drogas como problema de salud pública y reducir la demanda en destino.
El sector exportador ecuatoriano está comprometido con la sostenibilidad y la seguridad, pero se requiere un diálogo equilibrado con la Unión Europea. La armonización de procesos, la corresponsabilidad en la fijación de precios justos y la cooperación en seguridad son esenciales para garantizar un comercio sostenible y competitivo.
La colaboración internacional debe ser la base para construir una relación comercial, equitativa, coherente y responsable. (O)