Uno de los temas que quedó claro en el último debate entre los candidatos presidenciales finalistas fue la demagogia y el engaño a militares y policías al prometer el fortalecimiento de las FF.AA. y Policía, cuando precisamente los hechos ocurridos durante los 10 años del gobierno de la Revolución Ciudadana evidencian cómo se debilitó seriamente a las dos instituciones.
Se les restó sus capacidades, se dividió, confrontó e indispuso a la tropa contra los oficiales en una institución jerarquizada, piramidal y con grados que establecen antigüedad y superioridad, pero se pretendió imponer la igualdad.
Los militares, especialmente, tienen dos valores fundamentales: honor y dignidad, y no pueden olvidar que durante esos 10 años les pisotearon, humillaron, debilitaron, dividieron y deben tener presente que juraron defender a la patria y no a un gobernante.
Contrariamente a lo que ya hicieron, la candidata de la RC ofreció fortalecer a la institución y paralelamente anunció que reconoce a la dictadura oprobiosa de Venezuela, que transformó a las FF.AA. en aliados del gobierno, vinculados al narcotráfico, con el postulado en los cuarteles de patria, socialismo o muerte. ¿Quisieran que eso ocurra y que dejen de ser las FF.AA. profesionales que han sido?
La dolarización, triunfadora en el debate presidencial
Los militares activos y pasivos nacionales debieran solo recordar que durante ese gobierno también debilitaron y casi liquidan al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA), sostén de salud y de sus pensiones mensuales de retiro, y hasta ahora subsisten problemas. En el 2016 hicieron aprobar en la Asamblea la mal llamada Ley de Fortalecimiento del Seguro Social de FF.AA., que fue de su debilitamiento, al punto que años después la Corte Constitucional declaró su inconstitucionalidad parcial. Dispuso que sea la Legislatura, con las propuestas que formulen el ISSFA y también el ISSPOL, que tramite y apruebe, pero hasta el día de hoy se sigue esperando. Les conculcaron sus derechos, les quitaron las empresas adscritas a FF.AA. que administraban (el caso de la compañía de aviación TAME y tantas otras más) hasta llevarles a la quiebra y desaparición, cuando en sus manos generaban utilidades. Con esos ingresos se ayudaba a financiar a cada una de las fuerzas.
Desmantelaron a las unidades especiales de Inteligencia Militar y comenzaron a espiar a políticos y a todos quienes discrepaban y criticaban, que fueron calificados de enemigos, a los que les persiguiera y hasta les encarcelara luego del show que se protagonizara con los hechos del 30S. En el 2010 se produjo el asesinato de un excomandante de la FAE. Incluso por años no se ha cerrado aún el juicio contra militares y policías por supuestos crímenes de lesa humanidad.
En la Policía también se debilitó a la Inteligencia y se eliminó a unidades de élite como la ULCO (Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado) y luego se cosecharon los resultados con la presencia de los grupos delincuenciales y mayor presencia de bandas y del narcotráfico.
Aun cuando no sean deliberantes, despierten y recuerden, con honor, dignidad y amor por la patria, que no pueden reeditarse páginas oscuras en la vida institucional. Hoy están en la obligación de contribuir en el cumplimiento de un proceso limpio y transparente en la segunda vuelta presidencial. (O)