Algunas iniciativas gubernamentales: Hace una semana, el presidente Daniel Noboa emitió el Decreto Ejecutivo 37, en el cual dispuso que se realicen estudios y análisis para la extinción y liquidación de EMCO, la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas, entidad que estuvo en el centro de los escándalos que, especialmente por denuncia del medio digital La Posta, dio al traste con el gobierno del presidente Guillermo Lasso, produjo asesinatos, fugas, órdenes de prisión, y nos condujo a este nuevo experimento de la muerte cruzada. En una entrevista con Diario EL UNIVERSO, publicada el domingo 3 de diciembre pasado, el presidente de EMCO acepta que esta empresa puede dejar de existir por disposición de decreto ejecutivo. Así es: fue creada por decreto ejecutivo y de la misma manera puede desaparecer. Pero el propio presidente dice que la presidencia del directorio de EMCO se elimina por vía reforma legal. Me parece un contrasentido, pues si el ente desaparece, todo desaparece. Basta que la Presidencia emita el decreto ejecutivo correspondiente y lo envíe al Registro Oficial. En las disposiciones transitorias se puede disponer lo correspondiente para el traspaso de funciones. Las empresas tienen sus propios gerentes y sus directorios deben ser presididos por el ministro del ramo.

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Pero allí no terminan las cosas. Hay que desarmar las estructuras que han permitido tanto atraco. El caso más escandaloso es, indudablemente, el de Flopec y su monopolio con Amazonas Tanker para el transporte marítimo del petróleo de Petroecuador. Hasta lo que se conoce por la prensa, todo sigue igual. El expresidente de EMCO prófugo, el cuñado del expresidente de la República con arresto domiciliario, el otro acusado asesinado. Hay una investigación fiscal en curso. Por todo esto puede llegar a sancionar penalmente a los responsables, pero si no se desarma la estructura delincuencial, hasta los propios condenados seguirán recibiendo sus comisiones. La permanencia del monopolio es sencilla: no registrar a ninguna otra naviera que compita.

Otra iniciativa aparente que no la concretan y que sería muy saludable es la reincorporación del Ministerio del Interior al de Gobierno, como fue en el pasado y en el que la Policía estaba bajo el control político del Gobierno. Si no dispone de la Policía, este solo es un oficial de enlace con la Asamblea Nacional.

Lo más importante es la consulta popular sobre asuntos trascendentales, como las reformas constitucionales. La que permitirá la gobernabilidad es la que establezca que la elección de legisladores tenga lugar con la segunda vuelta de la elección presidencial. Estamos comprobando que el presidente triunfador cuenta solamente con un insignificante número de legisladores de su partido. Actualmente tiene 14 entre 137; anteriormente, 12. Así nadie puede gobernar sin entregarse en cuerpo y alma a la oposición. Es muy difícil una reforma constitucional. Algunos ciudadanos hemos apoyado la propuesta del doctor Simón Espinosa de, mediante plebiscito, derogar la actual Constitución, que fue aprobada en plebiscito y quede vigente la anterior. (O)