Lo más probable es que Javier Milei sea elegido presidente de Argentina en las elecciones del 22 de octubre de este año. Después del cambio de mando se aplicará un programa de estabilización económica, seguramente una dolarización. Este programa tendría que estar acompañado con medidas de compensación para mitigar el impacto negativo a las clases menos favorecidas.

El enigma de Milei

Detrás del frondoso peinado de Javier Milei y de su pasado como futbolista y cantante, está la implementación de una agenda ultraneoliberal, una vez que se estabilice la economía. La dolarización abriría las puertas para introducir reformas radicales basadas en los derechos individuales y en las fuerzas del mercado. En el marco de esta doctrina, toda intervención del Gobierno en la economía es sospechosa y no es más que un ardid para que un grupo se enriquezca y se mantenga en el poder.

Una de las políticas que se aplicarían durante el gobierno de Milei sería la liberalización, parcial o total, del mercado de órganos humanos. En la actualidad en casi todo el mundo el trasplante de órganos se realiza mediante donaciones y su libre compra y venta está prohibida. Al ciudadano se le pregunta si en caso de fallecimiento estaría dispuesto a que sus órganos sean utilizados -a cambio de nada- para sostener la vida de otros individuos. En lo que se refiere a la donación de órganos que se realizan en vida, normalmente se los dona a un pariente o a un ser querido. En ninguno de estos casos se trataría de una transacción comercial.

¿Deliran los líderes?

La prohibición de la comercialización de estos órganos da como resultado un mercado negro. Ciudadanos entran en acuerdos secretos para que un individuo necesitado venda un riñón a alguien que lo necesita con urgencia. Por otro lado, las decisiones oficiales sobre qué pacientes reciben un riñón donado y quiénes no son opacas. Quizás estén dominadas por tráfico de influencias o por decisiones sobre si la vida de un individuo vale más que la de otro.

En Estados Unidos ocurren 17.000 trasplantes de riñón al año, pero la demanda es de 35.000, lo cual a través de años ha generado una lista de espera de más de 100.000 pacientes. Se estima que el 6 % en esta lista fallece porque no le llega el turno, pues en promedio, un paciente tiene que esperar 4,5 años.

La agenda ultraneoliberal de Milei convertiría, pues, a Argentina en un inmenso laboratorio...

Después de analizar qué pasaría si se liberalizara el mercado de los riñones en Estados Unidos, Gary Becker –Premio Nobel en Economía en 1992– reportó polémicos resultados. Concluyó que si se ofrecieran entre 15.000 y 35.000 dólares por riñón, la lista de espera desaparecería en dos o tres años, por el aumento de la oferta. No solo se evitarían las muertes de los ciudadanos que se encuentran en espera, sino que se incurriría en enormes ahorros a la sociedad al reducir la necesidad de realizar procesos onerosos como la diálisis.

La agenda ultraneoliberal de Milei convertiría, pues, a Argentina en un inmenso laboratorio para experimentar con reformas radicales, como la liberalización del mercado de órganos. Milei tendría todo el capital político que le están brindando los recientes gobiernos, quienes hicieron de Argentina un infierno monetario y cambiario. (O)