Imagínate un pez que tiene la forma de un balón de fútbol americano, pero es aplanado como un pancake y tiene una aleta puntiaguda en la parte superior y otra en la parte inferior. Suena como un invento de la imaginación de un niño. Sin embargo, es muy real y se llama pez luna. Puede medir hasta 4 m y el más pesado registrado fue en las Azores, donde se varó uno que pesaba más de 2.000 kilos. Este pez que rompió el récord pesaba lo mismo que un rinoceronte. El pez luna es el pez óseo más grande del mundo. Aunque tiene un diseño poco convencional, puede nadar muy rápidamente y bucear hasta 500 m de profundidad. Que sería más que un edificio de 150 pisos de altura.

Su nombre viene de los baños de luna que se da. Cuenta la historia que cuando los pescadores salían en la noche a trabajar veían una esfera blanca en el agua y lo confundían con el reflejo de la luna llena, sin embargo, era este pez acostado sobre la superficie. En inglés se le dice pez sol, porque también se lo puede observar recostado sobre la superficie en días soleados. Cuando el pez luna visita las grandes profundidades marinas -que están muy frías- regresa a la superficie para calentarse.

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Este pez tiene una cara muy graciosa, con unos ojos y una boca muy pequeños en relación con el resto de su cuerpo. Antes se creía que este pez solo comía plancton, pero estudios recientes demuestran que es un depredador generalista. Come desde crustáceos hasta medusas y peces. Por tener una apariencia tan peculiar y la forma de un pancake delicioso, el pez luna es el snack favorito de orcas, tiburones y hasta lobos marinos. Los lobitos juegan con él como si fuera un frisbee, mientras se lo van comiendo pedacito a pedacito.

Recuerdo la primera vez que vi un pez luna. Yo tenía 11 años y fue en mi primer viaje a las islas Galápagos. Estaba en un barco al oeste de las islas cuando vi que se acercaba una aleta grande y puntiaguda hacia nosotros. Yo pensé que era un tiburón, pero nuestro guía aclaró que se trataba de un mola (el género científico del pez luna). Mi viaje a Galápagos, a esa corta edad, cambió mi vida y fue ahí cuando me prometí a mí misma trabajar algún día para la protección de ese mundo mágico, y así lo hice.

Superhéroes invisibles del mar

Hay mucho misticismo alrededor de este pez. Por ejemplo, para los polinesios, este pez es el rey de las caballas (un pez parecido a las sardinas). El capturarlos o incluso matarlos por accidente era señal de muy mala suerte, ya que significaría que las caballas no iban a acercarse a la isla y los habitantes pasarían hambre.

El mola puede formar agrupaciones cuando es juvenil, pero a medida que va creciendo se vuelve totalmente solitario. Hace poco un científico que conocí mencionó que este pez representa la vida de un biólogo, o el camino de la ciencia, ya que a veces en medio de la investigación, el trabajo de laboratorio y la escritura se suele estar muy solo.

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Esto me dejó pensando y supongo que al igual que este pez busca la compañía del sol y de la luna recostado en la superficie del mar, así también la ciencia, o aquello que nos apasiona, puede ser nuestra compañía si alguna vez nos sentimos solos. (O)