La semana pasada se celebró el Día de los Murciélagos con el fin de crear conciencia acerca del importante papel que juegan en la naturaleza. Cuando pensamos en murciélagos nos imaginamos a Drácula, un vampiro chupasangre de un cuento de terror, pero lo cierto es que son seres sociales, cálidos e incluso tienen comportamientos altruistas. Los murciélagos son los únicos mamíferos que vuelan, superando incluso los 100 km/h. Contrariamente a lo que se cree, ellos no son ciegos. Sus ojos están adaptados para ver en la oscuridad; aun así, ellos utilizan un pitido ultrasónico que rebota en objetos de vuelta y la onda llega a los oídos de los murciélagos, indicándoles así dónde se encuentra una presa.

La misión de los murciélagos es primordial para el ecosistema, pero 19 especies de estos mamíferos voladores están en peligro de extinción en Ecuador

Actualmente se conocen más de 1.000 especies distribuidas en todos los continentes del mundo, excepto en la Antártida. En el otro lado del Pacífico existen los llamados zorros voladores, murciélagos enormes que con las alas extendidas pueden llegar a medir casi 2 metros de punta a punta. Una vez vi uno durmiendo en Indonesia, y se siente como estar en presencia de Batman. Para nuestra suerte, ellos solo comen frutas. Los murciélagos se alimentan de semillas, frutas, insectos, etc. Ellos pueden comer mas de 1.000 mosquitos por hora y así es cómo mantienen controladas las poblaciones de insectos. Algunos murciélagos son carnívoros y comen roedores, ranas o peces. Solo tres especies de murciélagos se alimentan de sangre animal, dos de ellas especializadas en sangre de aves. Otros murciélagos se alimentan de polen o néctar, que son vitales para polinizar las flores. Por ejemplo, en Guayaquil, en el bosque protector Cerro Blanco se han identificado más de 30 especies distintas de murciélagos. Ellos contribuyen a la reproducción de árboles, dispersando semillas y nutriendo el suelo con su excremento, que se considera de los fertilizantes más ricos del mundo.

Descubren por qué los murciélagos apenas padecen cáncer

La mayoría de los murciélagos tiene uno o dos bebés por año, razón por la cual sus poblaciones son muy vulnerables. Estos animalitos son víctimas de la tala de árboles, ya que esto significa la pérdida de su hábitat, además de verse afectados por el uso de pesticidas. Lo cierto es que cuidando a estas poblaciones protegemos los cultivos, ya que ellos son controlados de pestes naturales. Un gran defensor de los murciélagos es Leo Álava, un biólogo de Guayaquil que ha pasado años estudiándolos en Cerro Blanco. Leo ponía redes de niebla en el bosque por las noches y observaba las especies que quedaban atrapadas y

tomaba muestras. Gracias a sus estudios se descubrieron nuevos registros de murciélagos para Cerro Blanco, y además se declaró a este bosque zona Aicom (áreas de importancia para la conservación de los murciélagos). Recuerdo cuando Leo me contó de su trabajo; me impactó la cantidad de vacunas a las que tuvo que someterse, ya que algunos murciélagos pueden portar la rabia. Y que en una ocasión encontró en sus redes a un murciélago vampiro.

A pesar de los mitos y leyendas alrededor de estos animalitos, lo cierto es que son muy importantes para nuestro ecosistema y que dependemos de sus poblaciones en buen estado para mantener la salud de nuestros bosques. (O)